Las ballenas azules de la costa del Pacífico estadounidense se alimentan en zonas donde el tráfico marítimo es muy denso, lo que pone en riesgo la supervivencia de la especie, advierten investigadores en un
estudio publicado en la revista científica Plos One.
Esta especie de cetáceo necesita especialmente alimentarse de
krill, un pequeño camarón que vive en aguas frías. Pero dicho hábito alimenticio podría contribuir a la estancamiento de su población. Los investigadores se dieron cuenta de que las ballenas azules seguían siempre el mismo itinerario para alimentarse: cada año, al comienzo del verano, parten hacia el sur y regresan hacia las regiones septentrionales a medida que la estación avanza.
Según aseguran los investigadores, hay grandes riesgos de colisión entre los barcos y las ballenas azules que toman las mismas rutas marítimas. Por eso, sugieren modificarlas en ciertos periodos del año. A pesar de que hay leyes que limitan las velocidades y tecnología para detectar a los gigantes mamíferos, los barcos siguen chocándolas.
De muertes inusuales a comprobadas
En 2007, murieron tres ejemplares de ballena azul en estas costas a causa de los golpes de las naves, dijo Ladd Irvine, uno de los autores del estudio, a
National Geographic. Esto, sumado a la muerte de dos ejemplares más por causas indeterminadas, llevó a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), a hablar de
muertes inusuales y a tomar medidas para prevenir los choques.
Ahora, estos científicos sugieren que las rutas deberían moverse más hacia el sur, para esquivar los lugares frecuentados por estos mamíferos. Aplicaciones como
Marine Traffic permiten observar el tráfico marítimo de los barcos del mundo en tiempo real, de la mayoría de las rutas.
Para realizar el trabajo, los científicos de la Universidad de Oregon (noroeste) y de California en Santa Cruz equiparon con rastreadores a 171 ballenas azules y las siguieron a lo largo de la costa californiana de 1993 a 2008. Estos animales pasan el verano alimentándose en la costa de San Francisco y California.
Se estima que la población total de ballenas azules en las costas estadounidenses del Pacífico oscila entre 500 y 2.000 individuos. Actualmente, habría en el mundo entre 10.000 y 25.000 ballenas azules.
Estos enormes mamíferos pueden vivir hasta 90 años. Miden 30 metros de largo y pueden pesar más de 20 de toneladas.