El mapa de olas del mundo será muy diferente el próximo siglo, concluyó un nuevo estudio internacional publicado este domingo en
Nature Climate Change, de la revista Nature. Los mares del hemisferio sur tendrán olas de mayor tamaño, mientras que las del norte serán más pequeñas. El responsable de este nuevo oleaje es el cambio climático, que afectará no solo la tranquilidad de los océanos sino que también tendrá consecuencias sobre la industria pesquera, las rutas de los buques, la erosión de la costa y hasta para los amantes del surf.
Los investigadores llegaron a estas conclusiones luego de analizar los atributos de las olas para el próximo siglo, según cinco diferentes modelos independientes ola-clima. Según distintas predicciones acerca del cambio climático, los autores ajustaron los parámetros como temepratura de la superficie del mar, entre otros,
señala el sitio de Nature.
Mares más calmos en el Átlántico norte harán que las rutas de barcos sean más seguras, además de ser una buena noticia para los pescadores de alta mar, explicó el autor Nobuhito Mori
Es que las olas median un intercambio contínuo de calor, energía, vapor de agua y gases entre la atósfera y el océano, explica el artículo. Por eso, continuamente cambian en altura, frecuencia y dirección, ya que están influenciadas por el viento y otros factores que, casualmente, se ven afectados por el cambio climático.
Así, los mares del este de Austrlia, la Antártida, y ciertas partes de Indonesia contarán con olas de mayor tamaño, seguida por vientos más fuertes desde el oeste del Océano Antártico.
En tanto, en el hemisferio norte el panorama será el opuesto. Según predicen los investigadores, las olas de más de un cuarto de los océanos del mundo, en particular los de esa región, decrecerán en altura. Esto se deberá a que la alta presión del Pacífico cambiará en direción al norte.
Según el autor Nobuhito Mori, un investigador de dinámica de olas en la Universidad de Kyoto, en Japón, los mares más calmos en el Átlántico norte harán que las rutas de barcos sean más seguras, además de ser una buena noticia para los pescadores de alta mar, ya que la industria requiere que las olas sean menores a 2 o 5 metros, dependiendo del tamaño del barco.
Menos energía, más playas
"Cuando las olas se tornen más pequeñas en el Pacífico norte, significará que habrá menos energía golpeando las costas; por ende, menos erosión de las playas", explicó la coautora Yalin Fan, científica atmosférica en la Universidad de Pinceton, en Nueva Yersey. No obstante, aclaró que olas más chicas también son una mala noticia para las industrias que se alimentan de la energía de las olas.
Cuando las olas se tornen más pequeñas en el Pacífico norte, significará que habrá menos energía golpeando las costas; por ende, menos erosión de las playas", explicó la coautora Yalin Fan
Por su parte, la oceanógrafa costera Judith Wolf destacó que el estudio abre la puerta a otras preguntas sobre cómo cuantificar los efectos del cambio climático, una tarea que preocupa a las comunidades, tanto del norte como del sur del mundo.