Se impuso de a poco, casi sin querer. Desde aquel “Feliz Navidad”que envió Neil Papworth el 3 de diciembre de 1992 se han enviado billones de mensajes y siguen mandándose decenas de miles por día a través del planeta. Durante los primeros años todavía estaba la novedad de hablar por un teléfono celular pero hoy prácticamente son más importantes los mensajes que las llamadas.
En los últimos tiempos las aplicaciones que permiten mandar mensajes de texto están amenazando de muerte al SMS ("Short Message System"), ya que son preferidas por quienes tienen teléfonos con conexión a internet y estos son cada vez más numerosos.
Sin embargo, la idea del texto breve fue un triunfo innegable, que
inspiró a Twitter y que, de una forma u otra, mantiene plena vigencia.
Aquella tarde de hace 20 años, Papworth trabajaba para la compañía telefónica Vodafone, en Gran Bretaña y decidió enviar un mensaje navideño a un celular Orbitel 901, de esos aparatos de los primeros tiempos, que parecían una central telefónica portátil.
Por entonces no tenía idea, solo estaba enviando un mensaje de texto del día. Ahora me doy cuenta de que fue algo grandioso”, dijo Neil Papworth, padre del SMS
El ingeniero británico nunca imaginó que aquellos mensajes de texto llegaran a ser tan populares: “Por entonces no tenía idea, solo estaba enviando un mensaje de texto del día. Ahora me doy cuenta de que fue algo grandioso”, dijo en una entrevista con la cadena
Sky News.
A pesar de la competencia cada vez más agresiva de las aplicaciones móviles de mensajería, los tradicionales SMS siguen siendo una herramienta de comunicación muy usada. Un artículo de BBC News estima que se enviaron 8 billones de mensajes por SMS el año pasado en el mundo, a razón de 15 millones por minuto.
Sin embargo, otras formas de comunicarse, más económicas y rápidas, se imponen cada vez más y en la primera mitad de 2012 se registró un descenso de mensajes, y se estima que las compañías telefónicas dejarán de ganar unos US$ 54 mil millones a causa de la merma del negocio de SMS de aquí a 2016, según la empresa de análisis Ovum.
Revolución
Con la popularización del uso de los mensajes de texto, se empezó a crear una forma de comunicarse, que abrevia el lenguaje hasta lo ridículo y que se sufre más en español, que es un idioma menos flexible que el inglés. Decir: "qdms a ls 5", puede servir para encontrarse a la 5 de la tarde, pero no es para henchirse de orgullo por la modernización del idioma castellano.
Sin embargo, el hecho de acostumbrarse desde muy temprana edad a escribir, aunque sea de esa manera económica, no es mala idea, según un estudio de la Coventry University en el Reino Unido. Los investigadores descubrieron que los niños y adolescentes que usaban teléfonos celulares desarrollaban mejores habilidades para leer y escribir, al contrario de lo que sugería la sabiduría popular.
Resulta que los niños y adolescentes lo viven como si fueran dos idiomas distintos: el que usan en el aula y el que usan en el teléfono. No los confunden y las abreviaturas que usan en el celular se quedan ahí. El efecto es similar a lo que sucede con los niños bilingües, que normalmente son capaces de aprender los idiomas mejor que si debieran aprender uno solo.