Microsoft rebajó el precio de Xbox One en US$ 100, igualando el precio de la Playstation 4 de Sony después de seis meses en el mercado. Sin embargo, no todo es tan positivo: la rebaja se debe a que la consola de videojuegos ahora se puede comprar sin Kinect, algo que su competidor ya hacía con su respectivo sensor de movimiento.
En concreto, en Estados Unidos a partir del 9 de junio se podrá conseguir a US$ 399. Se espera que la decisión estimule las ventas de la consola, que han estado por detrás de las de la PS4 desde que
ambos fueron lanzadas al mercado, en la campaña de festividades de fin de año.
Según un
comunicado publicado por Microsoft, "por US$ 399, la nueva Xbox One continuará ofreciendo acceso a los mayores éxitos de taquilla, como
Titanfall, Call of Duty: Ghosts, Forza Motorsport 5, Dead Rising 3 y próximos lanzamientos como
Watch Dogs, Destiny y
Sunset Overdrive". También incluye acceso a aplicaciones de entretenimiento, como Netflix y YouTube.