Economía y Empresas > Notariado electrónico
La tecnología también transforma la tarea de los escribanos
El crecimiento de las transacciones digitales cambia la forma de ejercer la profesión. Se agilizan los tiempos de los trámites y próximamente se generará ahorros de dinero
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15 de octubre de 2015 a las 13:00
Trinidad Rodríguez
Al momento se emiten certificados notariales y traslados por transcripción en forma electrónica, pero pronto además se enviarán documentos y se anotará vía online en los registros de la propiedad –de inmuebles y muebles–. Esto "revolucionará la manera de ejercer la profesión notarial, restándole tiempo a los trámites y añadiéndole tiempo a la calidad de la tarea profesional", aseguró el presidente de la Asociación de Escribanos del Uruguay (AEU), Antonio Sarachu.
El proceso se inició con los expedientes electrónicos, le siguieron las facturas, la firma, las certificaciones de los escribanos y ahora la firma electrónica avanzada notarial. Para ir acompañando el desarrollo tecnológico y a la vez brindar garantía jurídica en línea, la AEU trabaja junto a la Suprema Corte de Justicia y la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y Comunicación (Agesic).
Este proceso implica un cambio de paradigma, el más importante de los últimos veinte años porque viene dado desde la sociedad en su conjunto y se basa en el nuevo lenguaje de las transacciones, coincidieron Sarachu y la encargada del Proyecto Notariado Electrónico en la AEU, Carina Curci.
Se busca incorporar ese lenguaje al ejercicio de la función notarial, al punto que en un futuro cercano será la única forma de ejercer la profesión, dado que el gobierno ya anunció, para este quinquenio, que todos los trámites se realizarán vía electrónica o en línea.
El Notariado Electrónico "trae consigo confidencialidad, ahorro de tiempo y traslados, y más adelante de dinero, –cuando se generalice el uso de la tecnología para la firma electrónica avanzada–además de certeza en la calidad de datos y su archivo", dijo Curci.
La AUE se puso al hombro la difusión y capacitación sobre el proyecto Notariado Electrónico, que aún es incipiente, pero en la medida que se continúen generalizando trámites en línea, sus integrantes avizoran que "se ejercerá desde una oficina con computadora conectada" a internet.
Certeza jurídica
Uruguay fue uno de los primeros países en el continente en poner en práctica el Notariado Electrónico partir de la Ley N ° 18.600 de setiembre de 2009, por la que se admite la validez jurídica de la firma electrónica y el documento electrónico. Esto fue después de Argentina, Colombia, Costa Rica y algunos estados de Brasil.
Existe la firma electrónica simple, la firma electrónica avanzada y la firma electrónica avanzada notarial. Esta última acredita que se trata de un escribano en ejercicio.
La firma electrónica simple es la que permite identificarse en la red, aparece anexa a un documento electrónico y que ya solemos utilizar –como un usuario y contraseña de un correo digital o un PIN para un cajero bancario–.
La firma electrónica avanzada equivale a la manuscrita o autógrafa, pero con la garantía privada –a partir de un dispositivo llamado token unívoco (similar a un pendrive) que identifica al firmante al emitir una clave criptográfica asimétrica– corroborada en forma simultánea por el prestador de certificación electrónica, quien brinda una garantía pública.
Además chequea la integridad del documento, y en caso de cualquier alteración, el sistema la notifica. Al momento, en Uruguay quienes prestan certificación digital son El Correo y la red de cobranzas Abitab.
En tanto, desde febrero de 2015 la Suprema Corte de Justicia, en acuerdo con la AEU, reglamenta la Ley N° 18.600 a través de la Acordada 7831 y autoriza el uso exclusivo de la firma electrónica avanzada notarial a los escribanos.
Con la entrada en vigencia del Soporte Notarial Electrónico Nominativo, –que sustituye al papel nominativo– queda habilitada la actuación de los escribanos mediante medios electrónicos.
El objetivo de su implementación es dar forma jurídica y autenticidad a negocios y hechos jurídicos que ocurren en el ámbito electrónico, facilitando los procesos en línea. l
Al momento se emiten certificados notariales y traslados por transcripción en forma electrónica, pero pronto además se enviarán documentos y se anotará vía online en los registros de la propiedad –de inmuebles y muebles–. Esto "revolucionará la manera de ejercer la profesión notarial, restándole tiempo a los trámites y añadiéndole tiempo a la calidad de la tarea profesional", aseguró el presidente de la Asociación de Escribanos del Uruguay (AEU), Antonio Sarachu.
El proceso se inició con los expedientes electrónicos, le siguieron las facturas, la firma, las certificaciones de los escribanos y ahora la firma electrónica avanzada notarial. Para ir acompañando el desarrollo tecnológico y a la vez brindar garantía jurídica en línea, la AEU trabaja junto a la Suprema Corte de Justicia y la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y Comunicación (Agesic).
Este proceso implica un cambio de paradigma, el más importante de los últimos veinte años porque viene dado desde la sociedad en su conjunto y se basa en el nuevo lenguaje de las transacciones, coincidieron Sarachu y la encargada del Proyecto Notariado Electrónico en la AEU, Carina Curci.
Se busca incorporar ese lenguaje al ejercicio de la función notarial, al punto que en un futuro cercano será la única forma de ejercer la profesión, dado que el gobierno ya anunció, para este quinquenio, que todos los trámites se realizarán vía electrónica o en línea.
El Notariado Electrónico "trae consigo confidencialidad, ahorro de tiempo y traslados, y más adelante de dinero, –cuando se generalice el uso de la tecnología para la firma electrónica avanzada–además de certeza en la calidad de datos y su archivo", dijo Curci.
La AUE se puso al hombro la difusión y capacitación sobre el proyecto Notariado Electrónico, que aún es incipiente, pero en la medida que se continúen generalizando trámites en línea, sus integrantes avizoran que "se ejercerá desde una oficina con computadora conectada" a internet.
Certeza jurídica
Uruguay fue uno de los primeros países en el continente en poner en práctica el Notariado Electrónico partir de la Ley N ° 18.600 de setiembre de 2009, por la que se admite la validez jurídica de la firma electrónica y el documento electrónico. Esto fue después de Argentina, Colombia, Costa Rica y algunos estados de Brasil.
Existe la firma electrónica simple, la firma electrónica avanzada y la firma electrónica avanzada notarial. Esta última acredita que se trata de un escribano en ejercicio.
La firma electrónica simple es la que permite identificarse en la red, aparece anexa a un documento electrónico y que ya solemos utilizar –como un usuario y contraseña de un correo digital o un PIN para un cajero bancario–.
La firma electrónica avanzada equivale a la manuscrita o autógrafa, pero con la garantía privada –a partir de un dispositivo llamado token unívoco (similar a un pendrive) que identifica al firmante al emitir una clave criptográfica asimétrica– corroborada en forma simultánea por el prestador de certificación electrónica, quien brinda una garantía pública.
Además chequea la integridad del documento, y en caso de cualquier alteración, el sistema la notifica. Al momento, en Uruguay quienes prestan certificación digital son El Correo y la red de cobranzas Abitab.
En tanto, desde febrero de 2015 la Suprema Corte de Justicia, en acuerdo con la AEU, reglamenta la Ley N° 18.600 a través de la Acordada 7831 y autoriza el uso exclusivo de la firma electrónica avanzada notarial a los escribanos.
Con la entrada en vigencia del Soporte Notarial Electrónico Nominativo, –que sustituye al papel nominativo– queda habilitada la actuación de los escribanos mediante medios electrónicos.
El objetivo de su implementación es dar forma jurídica y autenticidad a negocios y hechos jurídicos que ocurren en el ámbito electrónico, facilitando los procesos en línea. l
