Impresión líquida computarizada, de esto se trata la nueva forma de agregarle color a cualquier objeto gracias a un sistema de tintas que se adhieren a la superficie de cualquier forma con extrema precisión.
Este método logra que, al sumergir una hoja de plástico impresa, la tinta se transfiere al agua, manteniendo la forma de la imagen. El segundo paso consta en sumergir un
objeto impreso en 3D para que la tinta que se encuentra en el agua se adhiera a esa superficie de manera instantánea.
Esta
técnica funciona con una gran variedad de materiales -se puede colorear desde un casco de motocicleta, un protector para iPhone o una figura de acción- pero funciona mejor sobre plástico y porcelana.
El único problema que presenta este sistema es que cuando se trata de
impresiones muy exactas, por ejemplo un rostro sobre una máscara, no puede hacerse a mano porque el estampado de la tinta probablemente no se corresponda con la figura de plástico. Para esto unos estudiantes de ingeniería de la Universidad de Zheijiang (China) diseñaron un avanzado sistema que consigue, en base a modelos hechos en computadora, realizar una coloración precisa y sin errores.
La técnica se suma a esta nueva tendencia de que
cualquiera pueda crear objetos personalizados a través de a una impresora con esta tecnología, la cual es cada vez más común y accesible.