Tras años de seguimiento para captar de forma nítida el sonido que produce la Tierra, la
NASA emprendió el pasado agosto
un viaje exploratorio de dos naves robóticas dispuestas a grabar a través de las sondas
Radiation Belt Storm Probes, el fenómeno electromagnético causado por las ondas de plasma, en los llamados cinturones de radiación de Van Allen que protegen al planeta.
El descubrimiento fue bautizado como "La canción de la Tierra" y se trata de una serie de murmullos radioactivos, similares a los chasquidos de un delfín que, según dijeron investigadores del centro de astronomía en el
sitio de noticias de la NASA, no proceden de ondas acústicas que se desplazan en el aire, sino de aquellas que son producto de ondas de radio que oscilan a frecuencias entre los 0 y 10 kHz.
Antenas de radio en vez de oídos
Para Craig Kletzing, científico de la Universidad de Iowa y miembro creador del
Electric and Magnetic Field Instrument Suite and Integrated Science, a través del cual funcionan las sondas del análisis, "este es el sonido que escucharíamos si tuviéramos antenas de radio en vez de oídos".
El hallazgo resulta de suma importancia para la NASA, pues tal y como lo asegura Dave Sibeck, responsable de la misión, con el sonido obtenido se determinaría si el coro es responsable de los 'electrones asesinos' que representan serios peligros para los astronautas y satélites que orbitan la Tierra, ya que "es algo muy debatido y las ondas de radio son una de las posibles explicaciones”, indica.