Definida por sus propios creadores como "la leche de vaca que no necesita de una vaca", este nuevo invento parece perfilarse como una de las grandes innovaciones del 2015 dentro de la industria alimentaria. Fue desarrollado por el grupo de laboratorios
Counter Culture Labs, cuya sede se aloja en Oakland, California. Su principal objetivo es evitar que
dietas veganas extremas (en las que la persona decide no consumir ningún tipo de alimento de origen animal) no se tornen difíciles de afrontar ni signifiquen la pérdida de proteínas animales necesarias para un completo
funcionamiento del organismo humano.
El primer paso fue encontrar aquella molécula de ADN que compone la leche de vaca para replicarla de forma artificial pero sin perder su calidad o bondades. Para ello los científicos trabajaron durante meses en la
sintetización de proteínas y en la elaboración de células que produzcan una sustancia cuyas moléculas fuesen idénticas a las de la leche.
Debido a los grandes avances que posee la investigación, los científicos de
Counter Culture ya se encuentran trabajando en la elaboración de un queso vegano que utiliza esta leche sintética como
materia prima para su elaboración y mantiene el mismo sabor que el queso natural.