Natalya Brikner creció mirando las estrellas. Por tal motivo, se inscribió en el Laboratorio de Propulsión Espacial del Instituto Tecnológico de Massachusetts, pero siempre pensó que se convertiría en profesora. En lugar de eso, Brikner, de 30 años, se convirtió en CEO de Accion Systems, donde creó el primer prototipo funcional para diminutos
satélites basado en una
tecnología de propulsión. Probó su idea por primera vez hace un año. Su invento se usa para recopilar imágenes y otros datos sobre la Tierra.
Accion Systems no es el primer emprendimiento de Brikner. Como alumna de postgrado fundó Asteria, que buscaba proporcionar lanzamientos dedicados para pequeños satélites basándose en una tecnología de cohetes microquímicos, reseñó la revista del
MIT. Su actual empresa espera presentar la versión final de sus propulsores el próximo año. El objetivo de Brikner es reducir dramáticamente el coste de la construcción de un satélite para que, por ejemplo, agricultores puedan comprar su propio satélite para monitorear el estado de sus cultivos. O países en desarrollo sin programas espaciales puedan lanzar satélites sin realizar una gran inversión.
Brikner dijo en una entrevista: "En lo que realmente nos estamos centrando es en abaratar lo suficiente la fabricación y el lanzamiento de los satélites de nuestros clientes para que puedan servir a todos estos sectores emocionantes que están emergiendo ahora mismo".