Las aves son uno de los grandes "termómetros" de la naturaleza: su estado de conservación refleja el nivel de deterioro del medioambiente en general. Por eso las conclusiones del
Estado de las aves del mundo: indicadores para nuestro medio cambiante, publicado el 22 de junio en el marco del Congreso Mundial de la organización
BirdLife International, no solo hablan de estos animales. De forma indirecta hablan de todo el planeta.
En líneas generales, el estado de las aves del mundo (unas 10.000 especies) sigue empeorando y muchas especies se encuentran en peligro de extinción, resumió la organización
en un comunicado.
"Las aves se enfrentan a amenazas en muchos frentes, pero las principales son la destrucción y degradación de su hábitat, así como el impacto directo de las especies exóticas", informa BirdLife, que además invita a emplear la información para aplicar medidas beneficiosas para el ser humano, los ecosistemas y los sistemas productivos.
El estudio, que recoge aportes de los 121 socios de BirdLife en todo el mundo, entre ellos la
ONG uruguaya Aves Uruguay, asegura que una de cada ocho especies de aves se enfrenta a la extinción. En total son unas 1.313 calificadas como amenazadas, de las cuales 189 se hallan en "peligro crítico".
Las aves se enfrentan a amenazas en muchos frentes, pero las principales son la destrucción y degradación de su hábitat, así como el impacto directo de las especies exóticas", según BirdLife
Según se estima, 150 especies de aves se han perdido desde el año 1500. No obstante, el ritmo se desaparición "supera varias veces la pauta natural de extinción". El informe aclara que las más afectadas son las grandes aves marinas como los albatros (77% de las diferentes especies se encuentran bajo amenaza), las grullas (73%), las cotorras (29%), los faisanes (21%) y las palomas (20%).
Una de las grandes preocupaciones que refleja el estudio es el hecho de que las aves más comunes también están desapareciendo en todo el mundo, "señal de que hay problemas ambientales generales que están llevando a una erosión generalizada de la biodiversidad", informan. Gorriones, golondrinas y perdicen desaparecen en España, por ejemplo.
Alarmante también es el hecho de que el fenómeno tiene escala global: sucede en zonas templadas y tropicales, y en todo tipo de hábitats, desde bosques y humedales hasta campos de cultivo, explica la organización. Pero hay que ser justos, también hay excepciones: algunas poblaciones de aves son estables y otras aumentan, sobre todo debido a los esfuerzos por conservarlas.
Una inversión
Las Áreas Importantes para las Aves y la Biodiversidad (IBA, por su sigla en inglés) son parte de la solución, explica BirdLife. Se trata de áreas protegidas que ya existen y que la organización ya tiene identificadas. La protección y la gestión de todas las IBA, sumada a las acciones de conservación de las especies amenazadas y la naturaleza costaría un total de US$ 80.000 millones por año.
"Si bien la suma total parece muy grande, es pequeña en términos de presupuestos públicos que se les asignan a estas áreas" y deben ser considerados "como inversiones y no como gastos", afirma BirdLife.
En definitiva, la organización busca dar un mensaje positivo: "La conservación funciona". De hecho, algunas especies han sido sacadas del borde de la extinción y recuperadas con resultados "espectaculares".
Además, los hábitats degradados se pueden restaurar, asegura el informe. Es que "cuando las amenazadas para la avifauna se acometen con medidas bien orientadas, se obtienen éxitos".