En ocasiones, Venus parece un cometa más que un planeta, debido a una larguísima cola de iones y electrones que se despliega desde una de sus caras. Se trata de una suerte de "globo de plasma", comparó un equipo de científicos alemanes del
Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar (MSP).
Según
anunciaron este martes los investigadores, Venus se encuentra cubierto por una envoltura de electrones y iones que, en momentos en que existe una baja densidad de viento solar, se descontrola. Es que el viento solar forma un campo magnético que mantiene estable la envoltura del segundo planeta, que a diferencia de la Tierra, no cuenta con el escudo protector de una atmósfera que lo prevenga de los avatares del Sol.
La ionosfera se expande de manera significativa durante condiciones de baja densidad del ciento solar", explicó uno de los autores del artículo, Markus Fraenz
Así, esta capa se convierte en una especie de cola que rodea al planeta a una altura de entre 150 y 300 kilómetros, extendiéndose por el espacio, reveló la sonda
Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA). De hecho, su largo podría ser más del que se ha podido comprobar: Venus hasta podría contar con una cola de millones de kilómetros, explicaron los científicos.
"La ionosfera se expande de manera significativa durante condiciones de baja densidad del viento solar", explicó uno de los autores del artículo, Markus Fraenz, en el sitio de ESA. Por eso a Marte, el otro planeta no magnetizado del sistema solar interior, podría ocurrirle lo mismo.