Colores, colores y más colores es una de las apuestas principales de
Moto X, el
muy esperado teléfono inteligente de Motorola. La compañía presentó el jueves el teléfono inteligente, que significó su primer lanzamiento importante desde que Google adquirió la compañía en el 2012.
El Moto X, que correrá con Android 4.2.2 y tendrá una pantalla de 4,7 pulgadas, saldrá a la venta en Estados Unidos a finales de agosto o principios de setiembre a unos US$ 199,99, para aquellos clientes que firmen un contrato de dos años con cinco de los operadores de red móvil más grandes de Estados Unidos.
Google, que gastó US$ 12.500 millones en comprar la deficitaria Motorola, enfrenta un camino cuesta arriba en sus esfuerzos por revivir al pionero de los teléfonos móviles en un mercado de teléfonos inteligentes ahora dominado por Apple y Samsung.
Con el nuevo teléfono, Motorola parece confiar en que puede atraer consumidores ofreciéndoles una inmensa paleta de colores para personalizar el dispositivo, además de texturas inusuales para los teléfonos, tales como la madera.
Para prometer la entrega de teléfonos personalizados en un plazo de cuatro días, Motorola hizo que su socio Flextronics construyera una fábrica en Estados Unidos. De hecho, así se promocionó desde un principio al nuevo celular de la compañía: como el primero en ser fabricado en ese país.
Colores restringidos
AT&T, el segundo proveedor de servicios móviles estadounidense, ofrecerá de forma exclusiva a sus clientes la opción de personalizar sus Moto X, con una selección de 18 colores para la parte posterior y dos colores para el frente.
Los rivales Verizon, Sprint, T-Mobile y US Cellular solo podrán ofrecer versiones de los dispositivos en blanco y negro.
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