El austríaco Felix Baumgartner, el primer humano que rompió la velocidad del sonido en caída libre, no disfrutó de su salto a la tierra desde más de 39.000 metros de altitud y piensa retirarse de los deportes extremos, según anunció en una entrevista de televisión difundida el jueves.
"Oficialmente me he retirado del negocio de las pruebas peligrosas", dijo Baumgartner, de 43 años, en la entrevista con el programa
Today de la cadena NBC de televisión.
Ya lo he hecho todo. Ya tuve suficiente, ha llegado el momento de pasar a otra cosa", dijo Felix Baumgartner
El pasado
14 de octubre el exparacaidista austríaco saltó de una cápsula remontada por un globo y en su caída alcanzó una velocidad de 1.342 kilómetros por hora. Nueve minutos después del salto descendió con paracaídas en el desierto en Nuevo México.
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Ya lo he hecho todo. Ya tuve suficiente, ha llegado el momento de pasar a otra cosa", agregó.
El momento de mayor presión
Millones de personas en todo el mundo observaron su caída libre en televisión y
por internet y vieron cuando, pocos segundos después del salto, Baumgartner empezó a girar, cabeza abajo, violentamente hasta que recuperó el control.
"Eso es lo que esperaba", dijo Baumgartner. "Me habían dicho que iba a girar y no hay forma de evitarlo. Cuando se gira tan rápido la sangre va toda al cerebro y hay mucha presión".
Me habían dicho que iba a girar y no hay forma de evitarlo. Cuando se gira tan rápido la sangre va toda al cerebro y hay mucha presión", contó Baumgartner
"Yo tenía que mantenerme consciente para detener esos giros y logré hacerlo. Tuve que usar todas mis destrezas en caída libre en esos cuatro minutos y veinte segundos iniciales".
Cuando le preguntaron si había disfrutado la experiencia, Baumgartner respondió: "Honestamente, no".
"Es un trabajo duro, difícil. Más tarde, cuando se abrió el paracaídas, ahí fue el primer momento que disfruté y mucho porque sabía que lo peor había pasado y yo estaba vivo".