Cromo y EFEVisto en el ultrasonido, parecía una burbuja que salía de la boca de la bebé de 17 semanas. Pero se trataba un teratoma nasofaríngeo, un tumor de cuatro centímetros que por lo general es maligno y está asociado con una alta mortalidad.
Los doctores le informaron a Tammy González, la madre de 37 años, que había pocas posibilidades de que su niña sobreviviera al parto. Y, si nacía viva, le dijeron que tendrían que hacerle una traqueotomía de emergencia para que lograra respirar, además de que después iba a necesitar varias cirugías.
González no quería interrumpir su embarazo y buscó la ayuda de Ruben Quintero, un cirujano fetal de renombre mundial por ser pionero en la medicina fetal y que se especializa en corregir malformaciones congénitas y condiciones de alto riesgo de bebés en gestación en el Hospital Jackson Memorial.
"Los médicos me explicaron que las opciones no eran buenas. A las 17 semanas comencé a sentir que la niña me daba pataditas y pensé que tenía que salvarla", dijo González.
Cirugía pionera
Según Quintero, la condición que tenía la bebé es rara y se desarrolla en 1 de 100 mil bebés debido a que una célula se multiplica de manera incontrolable.
"Si no muere el bebé dentro del útero puede ser que llegue a término, pero hay que hacerle una cesárea a la madre y en ese proceso hay que acceder a la vía respiratoria del bebé que en ese procedimiento puede que se muera", indicó el especialista.
Bajo anestesia local entramos en el útero, en la bolsa de agua, vimos donde estaba el tumor del bebé, dentro de la boca, y con un láser lo cortamos y lo eliminamos", dijo Ruben Quintero, cirujano fetal de renombre mundial
Cuando cirujanos fetales del del Jackson Memorial y la Universidad de Miami operaron a la bebé dentro del útero de su madre, el tumor tenía el tamaño de una pelota de tenis.
Según informaron este viernes, la intervención de poco más de una hora se efectuó en 2010. El tumor fue extirpado mediante un endoscopio guiado por un ultrasonido, en lo que se considera es la primera cirugía de este tipo, según se publicó en la revista médica American Journal of Obstetrics and Gynecology.
"Bajo anestesia local entramos en el útero, en la bolsa de agua, vimos donde estaba el tumor del bebé, dentro de la boca, y con un láser lo cortamos y lo eliminamos", explicó Quintero.
Saludable y sonriente
"Cuando finalmente lograron cortar toda esa cosa y pude verla desprendiéndose sentí como si me hubieran quitado un enorme peso de encima", dijo González. "Y finalmente pude ver su cara".
La mujer describió a los cirujanos como "salvadores".
Aquella bebé tiene ahora 20 meses y se llama Leyna Mykaella González. Nació saludable y una pequeña cicatriz en la boca es la única señal de su cirugía.