Las 50 pinturas ubicadas en 11 cuevas del norte de España, entre ellas Altamira, El Castillo y Tito Bustillo, tienen hasta 41 mil años de antigüedad, según determinaron científicos de cuatro nacionalidades. Son, por ende, el arte rupestre paleolítico más antiguo de Europa.
El descubrimiento, que se realizó utilizando el método de datación del uranio torio, fue publicado por la revista Science, que por primera vez dedicó su portada al arte paleolítico español.
José Antonio Lasheras, director de Altamira, dijo que se ha obtenido una datación "absolutamente objetiva" para el arte rupestre más antiguo de estas tres cuevas de la región cantábrica, que hasta ahora se relacionaba con el período magdaleniense, hace entre 15 mil y 18 mil años.
Los orígenes de la expresión artística
En las cuevas de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria) se ha datado un caballo de color rojo que fue pintado hace más de 22 mil años y un gran signo triangular sinuoso pintado en rojo de hace más de 35.600, en el famoso Techo de los Polícromos.
En las cuevas de El Castillo (Puente Viesgo, Cantabria) se han identificado un animal indeterminado en negro, que fue dibujado hace al menos 22.600 años, un disco rojo de entre 34.100 y 36.000 años, una mano en negativo de 37.300 años y un segundo disco rojo de más de 40.800 años.
En la cueva de Tito Bustillo (Ribadesella, Asturias) se ha fechado una figura antropomorfa de entre 35.500 y 29.600 años de antigüedad.
Pero, además de documentar el arte paleolítico más antiguo de Europa, el estudio pone de manifiesto que hace entre 35 y 40 mil años el arte rupestre era una forma de expresión extendida entre los grupos humanos, de gran importancia social.
Por otro lado, los resultados abren la posibilidad de que los neardentales también pintaran motivos rupestres, lo que implica que esa capacidad de crear no era exclusiva del homo sapiens, como se creía hasta ahora.
Nuevo paradigma
Quien insiste en que los neardentales pueden haber sido los primeros artistas de las cuevas es el portugués Joao Zilaho, del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Barcelona.
Según Zilaho, si esta posibilidad se confirmara no sería sorprendente, debido a lo que los científicos han aprendido sobre ellos en los últimos diez años.
La investigación comenzó en 2005, cuando empezaron a publicarse dataciones de pinturas rupestres en cuevas de Francia y Portugal que retrasaban su ejecución hasta un mínimo de entre 20 y 25 mil años.
Los resultados presentados en Science son solo los de la primera fase de una investigación que aún continúa y que augura nuevos descubrimientos.
Según Zilaho, ante todo supone un cambio de paradigma "muy importante", que abre la senda a nuevos hallazgos en otras cuevas de Europa y del mundo.