Es un gran momento en el mundo de los videojuegos para matar monstruos. A los recientes –y ya muy exitosos–
Evolve y
Monster Hunter 4, se suma este
Witcher 3: Wild Hunt, que aporta una variante “medieval” al ambientarse en un universo de fantasía heroica, donde los monstruos ya no son hijos de un género como la ciencia ficción sino de historias clásicas, como cíclopes, dragones, arpías o seres de fuego.
Witcher sigue las aventuras de Geralt de Rivia, un guerrero mejorado de manera mágica y entrenado especialmente en combate en la fortaleza norteña de Kaer Morhen. Recuperándose de una amnesia total (la que lo acompaña durante la trilogía), Geralt se moverá por el universo conocido, cumpliendo variadas tareas relacionadas con el control y exterminio de monstruos mitológicos (aunque tampoco desprecia andar desmembrando enemigos humanos y ganar algunas monedas en el proceso). El jugador es quien decide la “moral” del protagonista entre tres niveles posibles y dicha decisión afecta el desarrollo de todo el juego.
La primera encarnación de este juego data de 2007 y, para esa ocasión, su historia adaptaba casi literalmente la
serie de novelas del mismo nombre del autor polaco Andrzej Sapkowski. Fue tal el éxito de esta entrega que Atari –su casa madre– desarrolló una secuela en 2011:
The Witcher 2: Assassins of Kings, la que abandonaba (no del todo) los preceptos de juego de rol de la primera entrega y cargaba más las tintas en cuanto a la acción y a las secuencias de combate.
Ochenta tipos de monstruos
El énfasis en la acción es algo que se repite en
Witcher 3: Wild Hunt. Pero como novedad esta tercera entrega propone un universo “libre” más de 30 veces más extenso que el visto hasta el momento, en el que se puede vagabundear sin cumplir ninguna misión, lo que implica navegar en bote o viajar a caballo para alcanzar ciertas locaciones. Es, además, el cierre de la saga de Geralt de Rivia y (evidentemente) su mayor desafío hasta el momento: enfrentar una maldad tal que podría cambiar la faz del mundo conocido: un ejército misterioso conocido solo bajo el sobrenombre de Wild Hunt. Como novedad, también, el jugador no solo será dueño del destino de Geralt. La espadachina Ciri es parte de los personajes utilizables.
Ya prelanzado en algunas partes del mundo,
Witcher 3: Wild Hunt ha sido aclamado a la altura de las expectativas. Estos prelanzamientos, sin embargo, han puesto sobre el tapete dos cuestiones. La primera, la gran cantidad de
spoilers de la historia en foros y portales a medida que algunos jugadores avanzan antes de que otros hayan podido siquiera adquirir el juego. Esto ha hecho que
CD Projekt, estudio creador del videojuego, haya comenzado a clausurar los espacios donde los jugadores están soltando destripes argumentales.
La otra polémica que rodea el juego es que los primeros jugadores denunciaron un
downgrade (es decir, baja de calidad) al comparar la tercera entrega con las espectaculares imágenes vistas en los tráileres y adelantos. Al parecer, CD Projekt habría reducido la calidad general del juego para conseguir una tasa de fotogramas por segundo más estable. Las texturas, la iluminación y la distancia de desdibujado también habrían empeorado de forma considerable.
Más allá de estos detalles, muchas de las primeras impresiones aclaman a
Witcher 3: Wild Hunt como el mejor de la saga. Su expandido universo, sus más de 80 tipos de monstruos, su historia compleja y elaborada y sus cientos de horas de juego son, sin duda, una opción muy tentadora a tener en cuenta entre los muchos lanzamientos que lleva este 2015 y los que todavía están por venir.