Hasta ahora se conocían los rincones del cerebro donde están almacenados los recuerdos, donde se controla la ira, el miedo y el razonamiento. Pero el lugar que el amor ocupa en la mente humana permanecía como un misterio.
Sin embargo, un estudio realizado por científicos de la Universidad de Concordia, Canadá, reveló que los sentimientos que los humanos experimentan cuando están enamorados activan una zona llamada núcleo estriado, la que resulta ser la misma que se activa con la adicción a las drogas.
El trabajo,
difundido por la BBC, demostró que el lugar donde se ubica el amor en el cerebro se vincula con el paradero del deseo sexual, aunque ambos se encuentran separados.
De amor y de amígdalas
La investigación demuestra que las emociones humanas tienen origen en el sistema límbico, un conjunto de estructuras que incluyen el hipocampo y las amígdalas, entre otros.
Se trata de la región que controla diversas funciones, como las emociones, la conducta, la atención, la memoria y el ánimo. Pero el amor es demasiado abstracto y complejo, señalan los expertos, que intuían que necesariamente este sentimiento debía involucrar varias áreas del cerebro a la vez.
Sexo, drogas y amor
Analizados a partir de resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés), se observaron las zonas del cerebro de los participantes cuando eran estimuladas con imágenes eróticas o fotos de la persona de la que estaban enamorados.
Hasta el momento, ninguna investigación había analizado en conjunto ambos sentimientos. Sin embargo, los resultados revelaron que dos estructuras del cerebro en particular, la ínsula y el núcleo estriado, eran las responsables tanto del deseo sexual como del amor.
El amor realmente es un hábito que se forma con el deseo sexual y que recompensa a ese deseo. Y en el cerebro el amor funciona de la misma forma como cuando la gente se vuelve adicta a las drogas"
Mientras que la ínsula es una porción de la corteza cerebral plegada en una zona entre el lóbulo temporal y lóbulo frontal, el núcleo estriado se localiza cerca, en el cerebro anterior.
Los científicos observaron que el amor, al igual que el deseo sexual, activa diferentes áreas del núcleo estriado.
“El amor realmente es un hábito que se forma con el deseo sexual y que recompensa a ese deseo. Y en el cerebro el amor funciona de la misma forma como cuando la gente se vuelve adicta a las drogas", dijo a la BBC el profesor Jim Pfaus, miembro del equipo de investigación.