Los que abandonaron
Call of Duty, ahora tienen
Destiny: el nuevo videojuego de ciencia ficción vendió más de US$ 500 millones en su primer día en el mercado, anunció el miércoles el editor estadounidense Activison Blizzard.
"Basado en la demanda de una extraordinaria audiencia, la venta a minoristas y órdenes de primera mano se excedieron los US$ 500 millones en ventas por
Destiny", dijo Bobby Kotick, jefe ejecutivo de Activision Blizzard. "Este hito en la industria marca otro éxito en las listas para nuestra empresa", afirmó el ejecutivo.
Activision Blizzard ha apostado en grande a
Destiny, que es uno de los juegos de video más costosos que se haya creado. Puntualmente, el monto recaudado es igual al que la compañía había gastado en desarrollo y publicidad.
La empresa espera que sea el primero de una serie de éxitos y que reemplace a su franquicia estrella
Call of Duty, que comenzó a tambalearse.
La cifra de ventas es un récord para el debut de esta franquicia, creada el estudio Bungie, que se separó de Microsoft hace unos siete años y se alió con Activision Blizzard. "Desde el principio hemos creído en que nuestra inversión y creído que
Destiny vale la pena", destacó el presidente de Activision Publishing, Eric Hirshberg. Y agregó: "Pero no muchas personas creyeron que pudiéramos decir esto en el primer día" de ventas.
Destiny es un juego de acción que se desarrolla en un futuro postapocalíptico, donde el jugador controla a un guardián que combate contra fuerzas oscuras que amenazan la estabilidad del universo.