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El superhéroe del Wi-Fi en Uruguay
La última propuesta en conexión inalámbrica a banda ancha de internet estará disponible en el país a fines de este año
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23 de mayo de 2012 a las 10:32
El nombre sugiere que podría ser el superhéroe del Wi-Fi. Al menos tiene todo para serlo: es más veloz que la mayoría de la tecnología de conexión inalámbrica existente, penetra paredes más gruesas, sortea árboles y edificios y, por si fuera poco, es más barato. Pero lo más novedoso es la fuente de su poder, que radica en utilizar los espacios en blanco de la televisión para proveer banda ancha, sin cables ni interrupciones.
Una laptop con Windows conectada a un dispositivo de TV y un dispositivo radio-inteligente con previa autorización de la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicación (Ursec) para la ocasión, fue la tecnología necesaria para hacer la prueba del Súper Wi-Fi en Uruguay.
La consigna fue poner en streaming películas en HD de Netflix durante todo el día. El objetivo de las compañías que traen la tecnología al país, Microsoft y Adaptrum, era que la descarga no se cortara. Y no lo hizo.
La presentación del Súper Wi-Fi se realizó en una de las charlas de la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo, que tuvo lugar en marzo en Montevideo.
Ambas empresas tecnológicas oficiaron como anfitrionas al introducir la novedad. En aquella prueba, la estación de base de Adaptrum y la base del cliente de la misma empresa interactuaron con el prototipo de base de datos de Microsoft, en los canales 19 y 26 asignados por la Ursec.
La novedad del Súper Wi-Fi está en que utiliza el espectro disponible entre los canales de televisión. Un dispositivo radio-inteligente (una suerte de decodificador con antena) se encarga de indicar a una base de datos de internet qué canales se encuentran disponibles.
En otras palabras, lo que hace es tomar los espacios libres entre las frecuencias que por lo general se usan para las señales de televisión y convertirlas en un espectro que se emplea para conexión inalámbrica de largo alcance.
El espectro de televisión goza de mejor propagación ante las bandas con o sin licencia disponibles hasta ahora, lo que asegura mejor cobertura frente al Wi-Fi común, de 2.4 o 5.8 GHz. Esto se debe a que la llamada "caja boba" se sabe mover mejor a través de edificios, árboles y otras obstrucciones. El resultado es una conexión más veloz y de mayor alcance.
Llegar a las zonas rurales y otros lugares de difícil acceso es un beneficio esencial de esta nueva tecnología. Sobre todo en tiempos en que la banda ancha ubicua es clave para el desarrollo de los países, al punto de ser prioritario.
Televisión e internet se conjugan sin problema, ya que los espacios blancos están diseñados para operar sin causar impacto alguno en los servicios de transmisión autorizados.
Esto es gracias a que las redes de televisión de espacios blancos son capaces de proteger a los titulares de las licencias de la interferencia, mientras que el espectro disponible se utiliza de forma eficiente.
A su vez, la ingeniería se diseñó para que el consumidor no pueda verla, permitiéndole una conectividad de banda ancha más ubicua.
Aunque invisible, necesita determinada infraestructura para funcionar. Como cualquier red inalámbrica, requiere de una base o punto de acceso: CPE (un router, por ejemplo) y UE (módems en smartphones o tabletas).
Una base, que oficia de operador, y un cliente, que es el usuario final, son quienes crean el sistema de espacios blancos. El engranaje funciona de manera que la base se conecta directamente a internet a través de un servicio de banda ancha y actúa como una “puerta de acceso” para conectar al cliente a internet a través de una conexión a banda ancha.
La tecnología también ha demostrado ser capaz de simular un registro inalámbrico de micrófono, bloquear un canal disponible para la base de datos y de lograr el canal de intercambio sin fisuras por parte de los dispositivos de espacio en blanco.
Desde 2011, Microsoft y Adaptrum se han encargado de mostrar al mundo las bondades de esta tecnología. Juntos han hecho demostraciones en el NAB Show de Las Vegas, Estados Unidos, así como en el Cambridge Trial Launch Event, Inglaterra. También hicieron exhibiciones en Nairobi, Kenya, Singapur y más recientemente en la capital uruguaya, Montevideo.
Una laptop con Windows conectada a un dispositivo de TV y un dispositivo radio-inteligente con previa autorización de la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicación (Ursec) para la ocasión, fue la tecnología necesaria para hacer la prueba del Súper Wi-Fi en Uruguay.
La consigna fue poner en streaming películas en HD de Netflix durante todo el día. El objetivo de las compañías que traen la tecnología al país, Microsoft y Adaptrum, era que la descarga no se cortara. Y no lo hizo.
La presentación del Súper Wi-Fi se realizó en una de las charlas de la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo, que tuvo lugar en marzo en Montevideo.
Ambas empresas tecnológicas oficiaron como anfitrionas al introducir la novedad. En aquella prueba, la estación de base de Adaptrum y la base del cliente de la misma empresa interactuaron con el prototipo de base de datos de Microsoft, en los canales 19 y 26 asignados por la Ursec.
Espacios blancos
La novedad del Súper Wi-Fi está en que utiliza el espectro disponible entre los canales de televisión. Un dispositivo radio-inteligente (una suerte de decodificador con antena) se encarga de indicar a una base de datos de internet qué canales se encuentran disponibles.
En otras palabras, lo que hace es tomar los espacios libres entre las frecuencias que por lo general se usan para las señales de televisión y convertirlas en un espectro que se emplea para conexión inalámbrica de largo alcance.
El espectro de televisión goza de mejor propagación ante las bandas con o sin licencia disponibles hasta ahora, lo que asegura mejor cobertura frente al Wi-Fi común, de 2.4 o 5.8 GHz. Esto se debe a que la llamada "caja boba" se sabe mover mejor a través de edificios, árboles y otras obstrucciones. El resultado es una conexión más veloz y de mayor alcance.
Llegar a las zonas rurales y otros lugares de difícil acceso es un beneficio esencial de esta nueva tecnología. Sobre todo en tiempos en que la banda ancha ubicua es clave para el desarrollo de los países, al punto de ser prioritario.
Juntos pero sin chocar
Televisión e internet se conjugan sin problema, ya que los espacios blancos están diseñados para operar sin causar impacto alguno en los servicios de transmisión autorizados.
Esto es gracias a que las redes de televisión de espacios blancos son capaces de proteger a los titulares de las licencias de la interferencia, mientras que el espectro disponible se utiliza de forma eficiente.
A su vez, la ingeniería se diseñó para que el consumidor no pueda verla, permitiéndole una conectividad de banda ancha más ubicua.
Aunque invisible, necesita determinada infraestructura para funcionar. Como cualquier red inalámbrica, requiere de una base o punto de acceso: CPE (un router, por ejemplo) y UE (módems en smartphones o tabletas).
Una base, que oficia de operador, y un cliente, que es el usuario final, son quienes crean el sistema de espacios blancos. El engranaje funciona de manera que la base se conecta directamente a internet a través de un servicio de banda ancha y actúa como una “puerta de acceso” para conectar al cliente a internet a través de una conexión a banda ancha.
La tecnología también ha demostrado ser capaz de simular un registro inalámbrico de micrófono, bloquear un canal disponible para la base de datos y de lograr el canal de intercambio sin fisuras por parte de los dispositivos de espacio en blanco.
Desde 2011, Microsoft y Adaptrum se han encargado de mostrar al mundo las bondades de esta tecnología. Juntos han hecho demostraciones en el NAB Show de Las Vegas, Estados Unidos, así como en el Cambridge Trial Launch Event, Inglaterra. También hicieron exhibiciones en Nairobi, Kenya, Singapur y más recientemente en la capital uruguaya, Montevideo.
