Científicos de la NASA están trabajando en la creación de ciudades hechas de globos gigantes, que luego serán colocadas sobre las nubes del planeta Venus. Esto permitiría a los astronautas explorar el planeta más cercano a la Tierra, sin estar expuestos a su superficie hostil.
Havoc es el nombre de este nuevo programa, sigla en inglés que significa Concepto operacional de Venus a gran altitud. El objetivo es que estas naves puedan llevar dos astronautas cada una en misiones de 30 días. El centro que diseñó el innovador proyecto espera poder contar con estas máquinas hasta el día en que se encuentre la manera de hacer que los astronautas puedan bajar al planeta sin riesgos para su salud.
Según informó el diario inglés
The Independent, Venus es mejor para la exploración que Marte, ya que es más cercano que el planeta rojo, más parecido a la Tierra en tamaño, densidad y composición química, aunque también es inhóspito. Esto se debe a que en el planeta la temperatura media es de 462 ºC y tiene una presión atmosférica que es cerca de 92 veces mayor que la de la Tierra. Otros factores de riesgo son los volcanes y la capa de nubes ácidas.
No obstante, Venus es el planeta con condiciones más similares a la Tierra en todo el sistema solar. A 50 kilómetros de altitud, la gravedad es ligeramente inferior a la de la Tierra, su presión atmosférica es similar y la aeroespacial proporciona suficiente protección contra la radiación solar como para que sea tan peligroso como hacer un viaje a Canadá,
informó la cadena de noticias CNN.El desafío para el proyecto Havoc, además de asegurarse de que tanto la nave como los paneles solares puedan soportar el ácido sulfúrico de la atmósfera, es llevar la nave hasta la atmósfera de Venus e inflarla allí.
Misiones pasadas
A lo largo de la historia se han enviado diversas misiones de prueba a Venus, pero los dispositivos y naves se han quemado y se consumieron poco tiempo después de haber llegado al planeta. Pero han habido casos exitosos como el del satélite Magellan.
Construido
por la NASA con un bajo presupuesto y usando partes de dispositivos de otras misiones, Magellan fue enviado a Venus en 1989 y funcionó hasta 1994. En ese tiempo, el satélite envió imágenes maravillosas de la superficie del planeta, las cuales han cambiado la forma en que se piensa sobre el origen de la Tierra. Por ello, es considerada una de las misiones interplanetarias más exitosas en que la NASA haya participado.
Ahora con Havoc, la agencia espacial busca multiplicar el éxito científico y protagonizar un nuevo hito en la conquista espacial.