La ciencia ha buscado por años un corazón artificial que sea capaz de durar mucho tiempo y que pueda trabajar con la misma eficiencia con que lo hace el corazón natural. Ahora la compañía
Carmat, con sede en París, designó un corazón artificial hecho en parte con tejidos de vaca.
El aparato pronto será probado en pacientes con deficiencias cardíacas, según anuncia el
New York Times. Está regulado por sensores y un sistema de software y microelectrónica. La energía provendrá de dos baterías externas de litio.
El desarrollo de este corazón tiene 15 años de experimentación y fue aprobado en pruebas clínicas en centros de cirugía de Bélgica, Polonia, Arabia Saudita y Eslovenia, donde el personal recibe entrenamiento y los pacientes están siendo estudiados, dijo al diario estadounidense el director médico de Carmat, Piet Jansen. En Francia, donde el aparato todavía no fue aprobado para su implantación en seres humanos, los reguladores han solicitado más pruebas en animales.
Los corazones artificiales no son algo nuevo, pero el Carmat es inusual en su diseño, según aseguró el médico Joseph Rogers, profesor adjunto en Duke University y director del programa de trasplante cardíaco del hospital de la universidad.
La superficie de ese corazón que entra en contacto con la sangre humana está hecha de tejido bovino, en lugar de materiales artificiales como el plástico, que pueden causar la coagulación de la sangre.
“La manera en que han incorporado superficies biológicas en cada lugar que tiene contacto con la sangre es una gran ventaja”, dice Rogers. “Si realmente funcionara, podría ser algo revolucionario”, agrega. El científico agregó que el artefacto puede rebajar la necesidad de anticoagulantes normalmente usados en caso de un corazón trasplantado.
Es el primer corazón artificial que usa materiales derivados de la vaca, específicamente, tejido pericardial. Tejidos biológicos han sido usados antes solo en válvulas.
Cuando el tejido natural del corazón está parcialmente dañado o enfermo, el paciente puede mantenerlo y a la vez tener una ayuda mecánica implantada. Un corazón totalmente artificial para un uso extendido podría ser de gran valor, pero todavía no se sabe si el Carmat es la solución. El aparato todavía no ha sido probado en humanos, pero es una gran esperanza. “Toda la historia de estos aparatos mecánicos tiene que ver con la esperanza de que fueran capaces de impedir la coagulación, pero no lo han sido hasta el momento”, dice Rogers. La esperanza es ahora.
Híbrido
El corazón Carmat tiene dos cámaras divididas por una membrana. Esa membrana tiene tejido de vaca en un lado, el que entra en contacto con la sangre, y poliuretano del otro lado, que está en contacto con el sistema de bombeo y fluido hidráulico, que cambia el tamaño de la membrana.