Las clases de química de Hubert Alyea eran un estallido de color, entusiasmo por la ciencia y demostraciones en vivo. Eran, en definitiva, un espectáculo científico que cautivó a los alumnos de la Universidad de Princeton y a su público alrededor del mundo durante décadas.
A 16 años de su muerte, la
versión online de la revista Life rindió homenaje a este educador “que hizo del aprendizaje parte mágico, parte caótico”, volviendo a publicar las fotos de una de sus clases. En estas imágenes, muchas de ellas publicadas por primera vez en agosto de 1953, el entusiasmo de Alyea es “casi palpable”, mientras realiza una serie de 32 experimentos para dramatizar una complicada teoría científica.
La charla de esa ocasión fue una de las 2.800 que dictó sobre la química detrás de la bomba atómica y la energía nuclear en todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Tailandia y México, entro otros lugares.
Un personaje en sí mismo, este docente inspiró a su vez el personaje de Fred MacMurray como Ned Brainard, protagonista de la película
Un sabio en las nubes (
The absent-minded professor). En el filme de Disney, estrenado en 1961, cuenta la historia de un educador tan frenético como Alyea, quien logró reivindicar la creencia de que la ciencia no tiene que ser aburrida.