Lo que pasó con las películas y con la música va a pasar con el dinero y con la banca (...) El dinero se va a virtualizar", es el vaticinio de Mario Mello, presidente de PayPal para América Latina para un horizonte cercano: no más de cinco años. Este servicio, al igual que los nuevos Samsung Pay, Apple Pay o la uruguaya Paganza para pagos en línea contribuyen a la transformación de algo que los usuarios realizan todos los días: el consumo de bienes y servicios. La apuesta es clara: que desaparezca el papel moneda.
Los nuevos medios de pago digitales incorporaron el uso del smartphone, dispositivo que se ha ganado un lugar primordial en la vida cotidiana de las personas. Tienen varias ventajas que saltan a la vista: rapidez, seguridad y gran accesibilidad, entre otras. Pero, ¿podrán imponerse como métodos de pago sobre los tradicionales? Parece que sí. El uso de efectivo ya ha disminuido y la transformación de las tarjetas de crédito y débito ya ha comenzado.
Paganza, la app uruguaya que permite pagar cuentas sin salir de casa, concentra el 90% del volumen de transacciones procesadas por celular en Uruguay, lo que la convierte en el líder de pagos móviles, según datos del Banco Central del Uruguay proporcionados a Cromo por Leonardo Vernazza, confundador de la empresa, quien afirmó que el cambio es sostenido por la inseguridad intrínseca de los métodos de pago tradicionales: el efectivo a veces se pierde, ocupa espacio, es difícil de rastrear y hace que la vida sea más lenta.
El surgimiento de empresas como PayPal, Safetypay o la propia Paganza, que permiten realizar transacciones de dinero a través de correos electrónicos y un par de toques en las pantallas de los teléfonos inteligentes, son una muestra de cómo las sociedades se encaminan a un ritmo vertiginoso hacia un mundo dominado por internet.
Las exigencias de los clientes, de la mano de la influencia significativa que tienen los dispositivos celulares en la actualidad, han logrado que empresas como Samsung o Apple se adhirieran a la creación de nuevos medios de pago electrónicos.
Como detalló Pedro Moreira, gerente de Sucursales y Proyectos del banco Itaú, "nadie puede discutir que el medio de pago que va a predominar, a corto plazo, va a ser a través del smartphone (el mobile banking)".
Las aplicaciones Apple Pay o Samsung Pay son de uso fácil y de acceso universal. Lo único que el usuario debe hacer es asociar su tarjeta de crédito o débito al sistema. Cuando esté en un punto de venta, el cliente debe deslizar el dispositivo celular sobre un lector que reconoce el chip NFC de su terminal, requisito para el pago por contacto, y dar su confirmación biométrica, por ejemplo, por su huella dactilar. De esta forma, la compra ya está concretada. Las tarjetas como Visa, MasterCard y American Express ya se encuentran en funcionamiento para este sistema de pago.
Vernazza, de Paganza, cree que el público para estos nuevos medios de pago se va a ampliar conforme al ritmo de adaptación de la tecnología. "Las generaciones que crecieron con internet no cuestionan los medios de pago electrónicos. Las generaciones mayores también los adoptan pero a medida que les van tomando el gusto a los nuevos servicios, como consumir películas, comunicarse por WhatsApp, pedir comida o un taxi desde una app", opinó.
Pero no todo es tan simple. El cliente tiende a desconfiar si tiene que ingresar sus datos personales o su número de tarjeta en aplicaciones o páginas de internet a merced de cibercriminales. No obstante, las empresas están seguras de que sus sistemas de seguridad son infalibles. "Tenemos sistemas de prevención de fraude. Además, mientras más gente use los medios de pago, más y mejores sistemas de seguridad van a existir (...) Los datos que se transfieren desde el medio de pago electrónico a la base del comercio pasan supercodificados. No es factible para ningún ser humano acceder a esa información", explicó un gerente del Banco República a Cromo.
PayPal, el popular servicio que permite pagar en sitios web, así como transferir dinero entre usuarios y que cuenta con 169 millones de usuarios en el mundo, registra una transacción "mala" cada 30 "buenas", según dijo a Cromo su presidente para América Latina, Mario Mello (ver En Línea).
El banco Itaú y la plataforma de pagos online PayPal hicieron público un acuerdo que permitirá que comercios o personas en Uruguay que quieran vender productos y servicios fuera de fronteras puedan transferir fondos desde cuentas de PayPal a sus cuentas en la institución financiera. "Lo que hicimos fue hacer instantáneas las transacciones, es decir, se hace el cobro de dinero e inmediatamente se acreditan en los fondos del cliente en Uruguay. Este es un servicio que PayPal no ofrece en ningún otro país", explicó Moreira.
Esta institución también tiene otro proyecto de seguridad en la mira: que todas las tarjetas incorporen el uso de chips para evitar la clonación de la banda magnética. "Lo tenemos en nuestro radar de trabajo en el corto plazo para dar mayor seguridad a las transacciones en internet", indicó el gerente de Sucursales y Proyectos del banco Itaú.
Era de esperarse que, con todos estos cambios, también se crearan monedas virtuales, como el bitcoin. Esta moneda electrónica descentralizada, creada en 2009, no pertenece a ninguna persona física en el mundo. Y, al contrario de la mayoría de las divisas, no se encuentra respaldada por ningún gobierno. La compra de la moneda se realiza mediante el uso de dinero real, pero una vez dentro de la "billetera virtual", su precio sufre fluctuaciones por la demanda; y es aquí cuando comienzan las dudas.
Para el gerente del BROU, el bitcoin nunca podrá llegar a ser una moneda de uso universal. "No hay ningún sustento para que eso suceda. No existe ninguna evidencia que haga suponer que las personas o los países que controlan la riqueza del mundo se vayan a deshacer de esa riqueza y a pasar a estar regidos por una moneda virtual cuya oferta depende de la generación de un algoritmo matemático que resuelve un problema", manifestó a Cromo. Sin embargo, muchos piensan que el bitcoin prosperará en un futuro cercano.
Las empresas líderes en manejo de tecnología, como Google y Facebook, poseen la infraestructura necesaria para crear sus propias monedas virtuales. Pero la gran diferencia con el bitcoin sería que solo esas empresas podrían generar el dinero. Entonces, el "banco central" sería la red social o el buscador, y eventualmente deberían comprometerse a cambiarlo por dólares.
En este tema, Uruguay tiene un trecho aún por recorrer antes de caer de lleno en estas modalidades. Según el gerente del BROU, todavía no existe esa necesidad en el mercado. "Nuestras prioridades no son estar al último grito de la tecnología", declaró. Igualmente es lógico que, tarde o temprano, Uruguay adopte estos nuevos medios de pago, acompasándose con lo que para muchos es el camino ineludible hacia el futuro.
En línea: Mario Mello, presidente de PayPal para América Latina
PayPal, en su esencia, es una empresa de seguridad. Por ejemplo, un usuario aquí en Uruguay tiene, en promedio, 90 días de protección si realizó una compra en el exterior. PayPal le da 180 días. Protegemos al comprador. Confiamos tanto en nuestra tecnología que duplicamos el promedio de seguridad que dan las tarjetas (...) PayPal es la única en la que usted no pone su información (cada vez que realiza una compra). Cuanto menos se comparta la información, más segura va a ser.
En promedio, existe una transacción "mala" cada 30 "buenas". Es un índice que consideramos muy bueno. Nuestros índices de fraudes, que son públicos, son los menores de la industria.
El cliente va a tener una empresa a la que le va a confiar sus datos financieros. Queremos conquistar la mente de los clientes para que nos confíen su número de tarjeta y su número de cuenta bancaria. Nosotros vemos claramente dos dimensiones. La penetración de smartphones a nivel global y la expansión de las conexiones de wifi. Esto contribuye a la digitalización del mundo físico. Hoy, en Brasil y México, el 40% de las transacciones del sector de la moda ya pasa a través de un celular. En Brasil, la aplicación 99taxi hace solo transacciones por celular. Y se ve a personas mayores que lo hacen con PayPal por la simplicidad. Yo no tengo dudas de que en dos años los pagos van a hacerse por celular. La tarjeta como medio físico va a desaparecer; la tarjeta se va a virtualizar.
PayPal cree que la tecnología va a evolucionar. Creamos una cartera con varias entradas: beacons, bluetooth, NFR... que sea agnóstica, para que el cliente no cambie su comportamiento. Nuestra misión es: cómo simplificamos la vida de los vendedores y de los compradores y creamos algo que sea transparente al cliente. Ese es el gran desafío. La aceleración de la migración del e-commerce al mobile es una palanca a la digitalización del mundo físico. Antes fue el papel, después la tarjeta de crédito y ahora el celular. El dinero se va a virtualizar. Lo mismo que pasó con las películas y con la música va a pasar con el dinero y con la banca.
Los bancos centrales son más conservadores. Yo veo muchos temas regulatorios; es una moneda que no es controlada por ningún país. Habrá que hacer muchos ajustes para que eso funcione en el día a día y que no sea usada para algo que se quiere esconder. Hoy es algo muy nuevo. Trae muchas facilidades pero deben resolverse muchos temas regulatorios.
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