Por años, los estresantes más grandes fueron las infecciones, la hambruna, la malnutrición, el agotamiento, los traumas, las toxinas y la exposición a los elementos. Dañan la maquinaria celular del organismo y disparan una cascada de eventos bioquímicos (como las inflamaciones) que pueden dañar como hacer bien.
Los seres humanos modernos han cambiado algunos de estos estrés antiguos por nuevos, incluyendo la pobreza, la presión financiera, la discriminación racial, la violencia armada y el abuso infantil.
¿Hacen estos factores sociales igual daño al cuerpo como los factores físicos? Algunas investigaciones están empezando a responder a la pregunta.
"No está claro si los mediadores de estrés fisiológicos y el psicológico son diferentes. Ambos, al final, tienen apuntalamientos moleculares", dijo Richard J. Hodes, director del Instituto Nacional de Envejecimiento en el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
El paso del tiempo, algunas enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad y ciertos comportamientos poco saludables como la inactividad y fumar están asociados con telómeros cortos, las puntas protectoras al final de los cromosomas que son los indicadores de la edad biológica. El acortamiento de los telómeros es tanto una causa como una consecuencia de la edad.
Los telómeros cortos también han sido detectados en personas que cuidan por muchos años de un niño enfermo o de alguien con enfermedad de Alzheimer; las personas en pobreza crónica; las víctimas de traumas de la infancia que tienen desorden de estrés post traumático; y las mujeres que han estado en una relación abusiva por un promedio de 4.8 años.
Un estudio publicado el año pasado halló que el estrés social puede tener efectos similares en medidas diferentes de la edad biológica: el patrón de metilación del ADN (la metilación es la unión de una molécula en el exterior de la cadena de ADN, llamada grupo de metilo).
Los investigadores usaron un "reloj" basado en la metilación para estimar la edad biológica de 100 mujeres negras en Estados Unidos que han sido seguidas desde 1997. Todos eran las cuidadoras primarios en sus familias, su edad cronológica media era de 49 años, casi tres cuartas partes vivían en grandes ciudades, y alrededor del 35 por ciento de los ingresos de las familias se encontraban por debajo del umbral de pobreza
Cerca de 70% de las mujeres cuyo ingreso familiar per cápita era menor de US$ 3.900 por año demostraron un envejecimiento acelerado, comparadas con el promedio del grupo. Las mujeres en familias con ingreso per cápita mayor de US$ 15.000 mostraron un envejecimiento desacelerado. L
Las edades biológicas más altas que el promedio fueron también fuertemente asociadas con la presión financiera, definida como dificultades para pagar las facturas mensuales.
Este efecto de la pobreza y el estrés social en el cuerpo ha sido denominado "meteorización biológica".
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