Además de mover enormes sumas de dinero, cuando un gigante tecnológico compra una empresa también las personas que en ella trabajan reciben el sacudón. Dennis Woodside lo sabe de primera mano. El ejecutivo de 45 años ingresó a Google en 2003 para manejar el área de la publicidad en los mercados emergentes. En ese rol se dedicó a explicar a los anunciantes el potencial de la web y ganó “perspectiva global”, según sus palabras, ya que trabajó la mayoría del tiempo fuera de Estados Unidos.
En 2012 fue puesto al mando de Motorola, a la que Google acababa de comprar. En enero de este año, se supo que
Lenovo compraría a la compañía de celulares, y este mes se conoció el próximo destino de Woodside: será el nuevo jefe de operaciones (COO) de Dropbox. Renunció al cargo de CEO de Motorola (donde ayudó a crear Moto X, Moto G y el Moto Maker) y se unirá a la compañía de almacenamiento en la nube a finales de marzo.
La decisión coincidió con otra ronda de financiación exitosa para Dropbox, a partir de la cual los expertos la valoraron en unos US$ 10 mil millones. Este éxito hace pensar que la empresa saldrá pronto a la bolsa, por lo que el aporte de Woodside parece urgente. El ejecutivo ayudará a Dropbox a llevar su experiencia de usuario y negocios al primer nivel.
Sin embargo, el futuro COO de Dropbox no es un genio del software o del hardware, como la mayoría de sus colegas en Google. Woodside estudió Relaciones Industriales en la Universidad de Cornell y leyes en Stanford. También se destacó en triatlón. Pero su trabajo llamó la atención hasta del CEO de Apple, Tim Cook, quien intentó contratarlo como jefe de ventas. Woodside lo rechazó tras la promesa de Google de darle “mayores responsabilidades”.
El gran desafío que el CEO Larry Page tenía para él era el timón de Motorola, a la que, a pesar de una buena gestión, Woodside no pudo salvar. “Esta no fue una decisión fácil, pero me iré sabiendo que Motorola está en buenas manos”, dijo el ejecutivo tras confirmar su decisión. Por su parte, el CEO de Dropbox, Drew Houston, dijo no poder imaginar “una mejor persona” para ayudar a su compañía a “llegar a escala global”.