Albert Einstein es considerado por todos como un genio, pero, ¿cómo se convirtió en ello? Muchos investigadores entienden que se necesitó un cerebro muy especial para llegar a la teoría de la relatividad y otros sorprendentes hallazgos que dieron forma a la física moderna. Un
estudio de 14 fotografías recientemente descubiertas del cerebro de Einstein, que fue preservado para su estudio luego de su muerte, concluye que fue, en efecto, un cerebro muy peculiar en muchos sentidos. No obstante, los investigadores todavía no saben exactamente cómo esos pliegues y vueltas se traducen en la magnífica habilidad de Einstein.
La historia del
cerebro de Einstein dio origen a una larga saga que empezó en 1955, cuando el ganador del
Premio Nobel de Física murió en Princeton, Estados Unidos, a los 76 años.
(El genio de Einstein) se debe probablemente a la combinación de un cerebro especial y el ambiente en el que vivió”, dice el neurocientífico estadounidense de la Harvard Medical School, Albert Galaburda
Su hijo Hans Albert le dio permiso al patólogo Thomas Harvey para preservar el cerebro. El médico cortó los tejidos en miles de pequeños pedazos para su estudio en el microscopio y en los siguientes años distribuyó gran parte de esas muestras, junto a fotografías del cerebro, a por lo menos 18 investigadores a lo largo del mundo.
A través de las décadas, solo seis artículos fueron publicados como resultado del reparto de esos materiales. Algunos de estos estudios encontraron interesantes indicios en el cerebro de Einstein, incluyendo una gran densidad de neuronas en algunas áreas y una proporción más alta de lo común entre glía (células que ayudan a las neuronas a transmitir impulsos) y neuronas.
En 2010, el antropólogo Dean Falk de la Universidad Estatal de Florida, en Estados Unidos, dirigió el estudio más detallado hasta el momento sobre las peculiaridades del cerebro de Einstein. Sus hallazgos son interesantes pero no definitivos.
Cuando el campo de la física estaba listo para nuevos descubrimientos, él tenía el cerebro correcto en el lugar correcto y en el tiempo correcto”, afirma el antropólogo Dean Falk de la Universidad Estatal de Florida
El cerebro del físico no es excepcional en tamaño y tiene un peso promedio, de 1.230 gramos. Aunque sus pliegues son peculiares, no se sabe si Einstein empezó con un cerebro especial que lo predispuso a ser un gran científico o si el hecho de investigar las profundidades de la física causó que ciertas partes de su cerebro se expandieran, tal como sospecha el neurocientífico estadounidense de la Harvard Medical School, Albert Galaburda.
El genio de Einstein, dice Galaburda, “se debe probablemente a la combinación de un cerebro especial y el ambiente en el que vivió”.
Falk concuerda: “Cuando el campo de la física estaba listo para nuevos descubrimientos, él tenía el cerebro correcto en el lugar correcto y en el tiempo correcto”.