Aunque fue descubierto hace dos años en Alaska, un científico que formó parte del equipo que descubrió y excavó los restos fósiles de un reptil marino ahora sugiere que podría tratarse de una nueva especie.
La criatura, un tipo de
thalattosauro, nadaba en el océano y se arrastraba por la tierra hace unos 210 millones de años, dijo Pat Druckenmiller, geólogo y comisario del Museo del Norte, dependiente de la Universidad de Alaska, en Fairbanks. "No se parece en nada a nada de lo descubierto hasta ahora", dijo Druckenmiller, que está estudiando el fósil.
El animal tenía una longitud de entre casi un metro y 1,3 metros, con una cola larga para ayudar a propulsarse, un cráneo atípico y un pico muy puntiagudo, dijo Druckenmiller. También contaba con afilados dientes, pero solo en la parte posterior de la boca.
No se parece en nada a nada de lo descubierto hasta ahora", dijo Pat Druckenmiller
Era un "tipo de lagarto, algo similar a una iguana", dijo. El fósil completo fue hallado en una playa cerca de Kake y retirado cuando se produjo una marea muy baja. El animal aparentemente murió, se hundió en el lecho marino y no sufrió los rigores de los carroñeros o de erupciones volcánicas, calculó Druckenmiller.
Llevará probablemente unos 18 meses o más demostrar que se trata de una nueva especie de
thalattosauro, dijo, y para ello se necesitará más investigación y la publicación de un artículo.
El científico aclaró que no se trata de un dinosaurio porque estos no nadan en aguas marinas. El fósil se halló en la fría zona boscosa del sureste de Alaska, una región que se cree que era bastante diferente cuando el
thalattosauro vivía.
En aquel momento, el Triásico, lo que hoy es el sudeste de Alaska estaba cerca del ecuador y compuesta por un arco de islas con frecuentes erupciones volcánicas, dijo Druckenmiller.