La tecnología de las
impresoras 3D no solo se ha convertido en un recurso médico en el terreno de las prótesis para humanos, sino también para animales. Gracias a ella, Derby, un perro que nació con una malformación en las patas delanteras, puede correr ahora a sus anchas.
Derby, una cruza de husky siberiano, fue adoptado por Tara Anderson, una empleada de la compañía
3D Systems, que se dedica al diseño de modelos tridimensionales. Ella encabezó un equipo que creó unas prótesis curvas para encajar en las patas de su mascota.
De momento, Derby utiliza unas de baja altura, para que el cambio de postura no sea demasiado drástico. No obstante, su dueña comentó que corre entre tres y cuatro kilómetros por día.
La historia de Derby no fue el primer éxito que ha tenido la
impresión en 3D este año. La cadena de noticias BBC recordó que en marzo, una mujer holandesa de 22 años se convirtió en la primera persona del mundo en recibir una prótesis completa de cráneo elaborada con una impresora 3D.
En Estados Unidos, los médicos de un bebé de 14 meses usaron una
copia tridimensional de su corazón para facilitar la operación de la deformación en la aorta; mientras que un niño de 6 años recuperó la movilidad de su brazo derecho gracias a un brazo biónico construido con esta tecnología.
En China, un niño de 12 años, que había desarrollo cáncer en los huesos, recibió un trasplante de vértebra realizado con un sustituto de material plástico y titanio.