Ciencia > investigación

Del oído al cerebro

Investigadores lograron identificar las moléculas que convierten el sonido en señales cerebrales, un avance que podría conducir al tratamiento de ciertos tipos de sorderas
Tiempo de lectura: -'
07 de diciembre de 2012 a las 15:00
En el laboratorio, un grupo de científicos devolvió el sentido del oído a ratones sordos de nacimiento. Para lograrlo, los investigadores colocaron la proteína TMHS funcional en las células sensoras para la percepción del sonido en estos roedores.

El experimento fue posible gracias al paso previo: identificar las moléculas del oído que convierten el sonido en señales cerebrales.  El trabajo, presentado este jueves en la revista Cell, podría conducir al tratamiento de ciertos tipos de sorderas.
Durante décadas los científicos han tratado de identificar las proteínas que forman los canales de mecanotransducción", dijo Ulrich Mueller, profesor en el Departamento de Biología Celular y director del Centro Dorris de Neurociencias en TSRI

La investigación, que contó con el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud, condujo a los científicos del Instituto Scripps de Investigación (TSRI por su sigla en inglés) en La Jolla, California, a identificar un componente crítico de esta proteína, llamada TMHS.

El artículo explica que la proteína es un componente de los canales de mecanotransducción, encargados de convertir las señales de las ondas de sonido en impulsos eléctricos que se transmiten al sistema nervioso.

"Durante décadas los científicos han tratado de identificar las proteínas que forman los canales de mecanotransducción", dijo Ulrich Mueller, profesor en el Departamento de Biología Celular y director del Centro Dorris de Neurociencias en TSRI, quien dirigió el estudio.

Los científicos creen que la TMHS parece ser el eslabón directo entre la cóclea (la estructura con forma de caracol en el oído interno que responde al sonido) y el mecanismo que envía las señales eléctricas al cerebro.

Esta proteína es la que estaba ausente en los ratones del experimento, por lo que sus oídos no enviaban señales al cerebro, privándolos de percibir el sonido.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...