La violencia en los videojuegos es algo que pone de cabeza a las asociaciones de padres y a los amigos de lo políticamente correcto. Cada lanzamiento de una nueva edición del GTA y títulos similares
dispara las discusiones sobre perversión de la juventud y exaltación de la agresividad.
A priori, un juego donde el protagonista es un asesino profesional y sus continuas misiones consisten en ir liquidando personas no parece ser lo más educativo. Sin embargo, en la búsqueda por generar aventuras con tramas más complejas y cinematográficas, la saga
Assassin’s Creed se ha ido alejando del foco de esta y otras discusiones éticas para volverse una franquicia con valor indiscutido.
Una de las claves del éxito de
Assassin’s Creed radica en la creación de una genealogía a través de las distintas entregas del juego. En el caso de
Assassin’s Creed 4: Black Flag, que sale a la venta este martes, el protagonista es Edward Kenway, el abuelo del protagonista del tercer título de la saga.
Kenway, un “corsario, asesino y pirata ocasional”,
según lo describe el juego, vivirá sus aventuras en la época de oro de la piratería y en la zona del mundo más acorde a su desarrollo. En otras palabras, la historia se desarrolla a mediados del siglo XVII, principios del VXIII, en el Caribe, puntualmente, en Cuba, Jamaica y Bahamas, controlados por los españoles, ingleses y piratas respectivamente.
Como es costumbre en la saga, Kenway enfrenta a sus clásicos enemigos, los templarios, esta vez con un grupo de piratas como poderosos aliados. “La mejor forma de describir a Edward es que es un antihéroe”, dijo Ashraf Ismail, director del juego
en el blog de Ubisoft, la compañía desarrolladora. “Viene con sus propias convicciones morales que son, por su pasado como pirata, un poco egoístas e imprudentes”, agregó.
De hecho, a lo largo del juego Kenway cuestiona el credo pirata y termina por explorar tanto la vida dentro de la hermandad de los Assassin como la orden de los templarios. Según Ismail, “este conflicto es lo que lo hace un personaje interesante”.
Pero Kenway no es el único personaje que el jugador puede controlar.
Assassin’s Creed 4 también tiene una línea del tiempo presente donde el usuario es contratado por Abstergo Entertainment para “explorar la historia”. En realidad, esta moderna empresa (muy inspirada en Google) es propiedad de los templarios, y el jugador estará investigando información vinculada a Kenway.
Mejoras en la jugabilidad
Assassin’s Creed 4 estará disponible este martes en todo el mundo para PlayStation 3, Xbox 360 y Wii U a US$ 59,99. Más adelante
llegará para las consolas de próxima generación (PlayStation 4 y Xbox One) y para PC. Será el lanzamiento principal de Ubisoft para este trimestre final del año, ya que otro de sus títulos, Watch Dogs, ha sido retrasado para 2014.
El juego incorpora varias mejoras con respecto a las ediciones anteriores. No solo la personalidad de Kenway es mucho más compleja, sino que la jugabilidad del personaje es mayor.
En
Assassin’s Creed 4, Kenway tiene más armamento y capacidad asesina, por ejemplo, mediante una nueva habilidad llamada “arponeo” que le permite cazar ballenas. En este punto el juego sí generó protestas por parte de organizaciones ambientalistas.
Además, Kenway es el capitán de su propio barco, el Jackdaw, que según lo definen en los tráileres del juego, es “el segundo protagonista de la historia”. La nave tiene su propio sistema de combate y, en función de los enfrentamientos con fragatas, barcos comerciales y buques de guerra, el usuario puede mejorar el armamento, repararlo o sumar nuevos miembros a la tripulación del Jackdaw.
Jean-Sebastien Decant, diseñador jefe de
Assassin’s Creed 4, ha dicho que completar el título al 100% puede llevar hasta 80 horas de juego. El tamaño del mapa cambia de acuerdo a las incorporaciones del barco y su uso. Al respecto, aclaró: “Hay tres ciudades, enormes comparadas con la de otros juegos, y 15 localizaciones únicas repartidas por todo el mapa, islas llenas de edificios y cosas así. Para recorrer el mapa de cabo a rabo se necesitan entre 15 y 20 minutos si se navega sin parar, así que es gigante. Queríamos aumentar la sensación de estar viviendo una aventura”.
A la gran pantalla
Siguiendo la tendencia de videojuegos que saltan al cine, como
Doom y
House of the Dead,
Assassin’s Creed tendrá su propia adaptación protagonizada por Michael Fassbender. El actor germano-irlandés que actuó en películas como
X-Men: Primera generación y
Bastardos sin gloria, ahora interpretará a Desmond Miles, descendiente contemporáneo de la familia de asesinos que protagonizan
Assassin’s Creed. Según contó Fassbender
al sitio The Daily Beast la semana pasada, la película “definitivamente” se rodará. Dijo que el guión está en desarrollo y que, si bien nunca jugó a ningún título de la franquicia, conoció a la gente de Ubisoft y la historia le pareció “muy interesante”.