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Cómo reutilizar un disco viejo
No lo tire; es posible usarlo como una unidad de almacenamiento extraíble
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18 de marzo de 2017 a las 05:00
Convertir el disco duro de una vieja laptop en una unidad de almacenamiento externa es una alternativa rápida, sencilla y económica para conseguir espacio extra sin gastar más. Pero usted se preguntará: ¿no lo cambié, justamente, porque era muy lento? No importa. Como fuente secundaria servirá a la perfección, por ejemplo, para hacer copias de seguridad.
Luego, extraiga el disco duro del aparato en desuso. No es una tarea complicada: solo es necesario utilizar el destornillador adecuado, sacar los tornillos y levantar la tapa que cubre el hueco del disco.
Una vez en la mano, hay que protegerlo con una caja externa. Estos dispositivos lo pasan de la interfaz SATA (la que hay dentro de la computadora) a USB. Atención: los discos más antiguos utilizan conectores IDE, una interfaz que ofrece una velocidad de transferencia menor.
Lo importante es adquirir el modelo adecuado de caja para el disco duro (por ejemplo, de 2,5 pulgadas si es de una laptop o de 3,5 pulgadas si es de una computadora de escritorio). Por lo demás, no son caras y su instalación es sencilla.
También hay que decidir la conexión externa: ¿USB 3.0 (tipo A) o 3.1 (tipo C)? La primera garantiza compatibilidad con aparatos más antiguos; la otra es una opción para equipos más nuevos. Y no hay que olvidarse de la elección de los materiales. Lo más habitual es que el gabinete sea de aluminio o plástico, lo que hace variar el precio. Las cajas construidas en aluminio permiten una eficiente disipación del calor, lo cual contribuye a alargar su vida útil. Son preferibles si el disco va a ser usado intensivamente.
Para conectar el disco duro a la caja, solo hay que colocarlo sobre la placa y conectarlo al puerto correspondiente, sujetándolo con los tornillos que lleva la placa en su parte posterior.
Después de instalado en la caja se debería poder conectarlo directamente a la computadora, para que funcione como un disco duro extraíble normal.
Lo que hay que tener en cuenta
El primer paso para este reciclaje es determinar si el disco duro no tiene sectores defectuosos. Para ello se puede utilizar la herramienta online CrystalDiskInfo. Esta dirá si el estado de salud del disco es "bueno", está "en riesgo" o es "malo". Solo reutilícelo si le da la primera opción; de lo contrario, podría fallar en cualquier momento.Luego, extraiga el disco duro del aparato en desuso. No es una tarea complicada: solo es necesario utilizar el destornillador adecuado, sacar los tornillos y levantar la tapa que cubre el hueco del disco.
Una vez en la mano, hay que protegerlo con una caja externa. Estos dispositivos lo pasan de la interfaz SATA (la que hay dentro de la computadora) a USB. Atención: los discos más antiguos utilizan conectores IDE, una interfaz que ofrece una velocidad de transferencia menor.
Lo importante es adquirir el modelo adecuado de caja para el disco duro (por ejemplo, de 2,5 pulgadas si es de una laptop o de 3,5 pulgadas si es de una computadora de escritorio). Por lo demás, no son caras y su instalación es sencilla.
También hay que decidir la conexión externa: ¿USB 3.0 (tipo A) o 3.1 (tipo C)? La primera garantiza compatibilidad con aparatos más antiguos; la otra es una opción para equipos más nuevos. Y no hay que olvidarse de la elección de los materiales. Lo más habitual es que el gabinete sea de aluminio o plástico, lo que hace variar el precio. Las cajas construidas en aluminio permiten una eficiente disipación del calor, lo cual contribuye a alargar su vida útil. Son preferibles si el disco va a ser usado intensivamente.
Para conectar el disco duro a la caja, solo hay que colocarlo sobre la placa y conectarlo al puerto correspondiente, sujetándolo con los tornillos que lleva la placa en su parte posterior.
Después de instalado en la caja se debería poder conectarlo directamente a la computadora, para que funcione como un disco duro extraíble normal.
