El "burn-in" es un problema al que son vulnerables las pantallas que funcionan con la tecnología AMOLED. Se trata de marcas o quemaduras que se generan en el cristal cuando se tiene por demasiado tiempo una imagen fija, como si se tratara de fantasmas de actividades pasadas. Suele aparecer en dispositivos que están expuestos al público o en los que se utilizan demasiado tiempo con aplicaciones con elementos fijos.
Muchas veces es difícil de detectar este problema a simple vista, ya que a veces la incidencia es leve. Sin embargo, para que el usuario se dé cuenta se recomienda descargar una imagen de un color sólido y ponerla en pantalla completa. Así se pueden ver las diferencias de color en las zonas de la pantalla que estén marcadas.
Una solución a este problema es "quemar" equitativamente la pantalla. Para esto existen aplicaciones como Burn-In Fixer que, al activarlas, dejan la pantalla en negativo con tonos grises por 30 minutos para desquitar la exposición a las imágenes fijas que puedan marcarla.
Esta aplicación suele funcionar para todos los dispositivos, salvo para aquellos que tienen el problema desde hace varios meses. Otras maneras de solucionar el problema, además de la app, incluyen cambiar o invertir los colores de la barra de navegación y notificaciones.
Algunos dispositivos también tienen la función de usarlos en modo pantalla completa, de modo de que desaparezcan los botones y así eliminar una imagen fija de la exposición diaria.
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