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Cómo controlar la adicción a las compras
Una guía útil para resistir la tentación de comprar de forma compulsiva, un desorden que para algunos genera una sensación similar a las drogas
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04 de septiembre de 2012 a las 06:00
Las causas que hacen que un comprador pase a ser un comprador compulsivo son aún desconocidas para la ciencia. Sin embargo, existen varias hipótesis que han ayudado a elaborar consejos útiles para resistir la tentación de comprar cosas innecesarias o que la persona no puede pagar. En definitiva, evitar o reducir la “adicción a las compras”.
En este sentido, la revista The Atlantic elaboró una lista de cuatro consejos a tener en cuenta.
De un 5 a 15% de la población padece el desorden de comprador compulsivo, según encuestas. A su vez, entre los adolescentes, esta cifra es de 3,5%.
Si bien la compra compulsiva no está reconocida clínicamente como tal, para detectar el nivel de adicción los psicólogos desarrollaron una escala de compras compulsivas para aquellos que estén preocupados por su salud (y la de su bolsillo).
El potencial paciente debe responder preguntas que se relacionan con sentimientos de culpa o vergüenza asociadas con las compras. Un puntaje mayor a 42 indica que hay razones para preocuparse.
Fumar de forma regular, emplear marihuana u otras drogas y sufrir de cambios bruscos de humor son todos factores que han sido relacionados con la compra compulsiva. Asimismo, los expertos se han preguntado si existe o no un factor hereditario para este comportamiento.
Si bien nada de esto ha sido confirmado, también se ha asociado la compra compulsiva con otros desórdenes, como la obsesión compulsiva y la drogadicción. Esto se explica por la liberación de dopamina que producen tanto ciertos tipos de drogas como las compras para algunas ersonas.
Según un estudio realizado por un equipo de sociólogos de la Universidad de Penn State y Brigham Young, en tiempos de bonanza económica las perosnas de clase baja y media tienden a comprar artículos suntuosos más a menudo, sobre todo muebles y ropa.
En cambio, aquellos que pertenecen a estratos sociales más altos compran mayor cantidad de antigüedades y “baratijas”.
A su vez, los compradores compulsivos adquieren productos baratos pero en grandes cantidades. Calzado, joyas y cosméticos también están entre sus ítems favoritos.
Según un estudio de campo llevado a cabo en la Universidad de Northwestern, las compras suelen estar motivadas en cierto grado por las emociones. Por lo tanto, la mejor manera de resistirse a ellas es desarrollar el autocrontrol de forma de que comprar no sea una tentación.
Así, uno debe estar consciente de sus propias vulnerabilidades. Y limitar el monto máximo de las tarjetas de crédito, claro.
En este sentido, la revista The Atlantic elaboró una lista de cuatro consejos a tener en cuenta.
1. ¿Cuándo hay que preocuparse?
De un 5 a 15% de la población padece el desorden de comprador compulsivo, según encuestas. A su vez, entre los adolescentes, esta cifra es de 3,5%.
Si bien la compra compulsiva no está reconocida clínicamente como tal, para detectar el nivel de adicción los psicólogos desarrollaron una escala de compras compulsivas para aquellos que estén preocupados por su salud (y la de su bolsillo).
El potencial paciente debe responder preguntas que se relacionan con sentimientos de culpa o vergüenza asociadas con las compras. Un puntaje mayor a 42 indica que hay razones para preocuparse.
2. ¿Quiénes son más propensos a esta adicción?
Fumar de forma regular, emplear marihuana u otras drogas y sufrir de cambios bruscos de humor son todos factores que han sido relacionados con la compra compulsiva. Asimismo, los expertos se han preguntado si existe o no un factor hereditario para este comportamiento.
Si bien nada de esto ha sido confirmado, también se ha asociado la compra compulsiva con otros desórdenes, como la obsesión compulsiva y la drogadicción. Esto se explica por la liberación de dopamina que producen tanto ciertos tipos de drogas como las compras para algunas ersonas.
3. ¿Quiénes tienden a comprar cosas que no necesitan y qué compran?
Según un estudio realizado por un equipo de sociólogos de la Universidad de Penn State y Brigham Young, en tiempos de bonanza económica las perosnas de clase baja y media tienden a comprar artículos suntuosos más a menudo, sobre todo muebles y ropa.
En cambio, aquellos que pertenecen a estratos sociales más altos compran mayor cantidad de antigüedades y “baratijas”.
A su vez, los compradores compulsivos adquieren productos baratos pero en grandes cantidades. Calzado, joyas y cosméticos también están entre sus ítems favoritos.
4. ¿Cómo evitar “comprar con las emociones”?
Según un estudio de campo llevado a cabo en la Universidad de Northwestern, las compras suelen estar motivadas en cierto grado por las emociones. Por lo tanto, la mejor manera de resistirse a ellas es desarrollar el autocrontrol de forma de que comprar no sea una tentación.
Así, uno debe estar consciente de sus propias vulnerabilidades. Y limitar el monto máximo de las tarjetas de crédito, claro.
