Windows 10 viene con una función que, según cómo se mire, puede ser una gran ventaja o un total dolor de cabeza. La nueva versión del sistema operativo busca posicionarse como una opción veloz, por lo cual, aunque el usuario elija la opción "Apagar" en su computadora, esta no se apaga completamente, sino que entra en un estado de suspensión. De esta manera, la próxima vez que el usuario prenda el equipo no se encenderá desde cero, sino que simplemente deberá "despertar", un proceso más rápido.
El problema es que los equipos cada tanto requieren un descanso, ya que cuando se apagan completamente se reinician una serie de procesos y se borran los archivos temporales y archivos basura que se generaron al navegar en internet. Además, una computadora en suspensión sigue consumiendo un mínimo de
energía, algo que podría acortar la vida útil de la
batería de una laptop, o aumentar considerablemente la factura de la luz cuando se trata de una PC.
Para desactivar esta función, debe seguir estos pasos: Presione sobre el botón de "Inicio" y de ahí vaya a "Configuración". Luego, elija la opción "Sistema" y en la lista seleccione "Inicio/apagado y suspensión". Haga click en "Configuración adicional avanzada" y de la lista de la derecha cliquee "Elegir la acción de los botones d e inicio/apagado". En la siguiente pantalla, bajo el subtítulo "Configuración de apagado", desactive la opción "Activar inicio rápido" y "Guardar cambios". Ahora su computadora se apagará realmente.