Las ilusiones ópticas son vistas como juegos, pero son más que eso. Estas imágenes, creadas para desafiar la realidad en la que vivimos, ayudan a entender cómo vemos y reconstruimos el mundo.
Estas ilusiones ponen a la vista que cada ser humano tiene distintas percepciones de las cosas e interpretan y reciben la información dependiendo de cómo sus ojos la reciban.
Aquí van cinco ejemplos:
Esta ilusión, creada en 1892 por el artista Charles Allan Gilbert, proporciona información ambigua al espectador. En la imagen se puede ver una mujer sentada frente a un espejo o una tenebrosa calavera. ¿Cuál ha visto primero?
El cerebro humano es muy simple de confundir; con modificar un poco la información que recibe, puede descifrar el mensaje de una manera completamente distinta.
La siguiente ilusión llamada Zöllner, descubierta por el astrofísico alemán Johann Karl Friedrich Zöllner en 1860, muestra líneas paralelas que parecen inclinarse por influencia de las rectas diagonales. Sin embargo esto no es así, todo es cuestión de la percepción.
Baingio Pinna, psicólogo italiano, creó en 2002 esta famosa ilusión óptica que hasta la actualidad genera mucha repercusiones.
Las líneas presentes en la imagen parecen cruzarse pero, en realidad, se trata de círculos concéntricos que no se tocan entre sí.
Los círculos están formados por cuadrados blancos y negros que se alternan en color y en inclinación. Esta estructura lleva a que el cerebro lo reciba como una espiral, cuando son redondeles individuales.
En la imagen se pueden apreciar dos cubos, uno gris oscuro y el de abajo blanco. Pero ¿eso es realmente así? En realidad si se tapa con un dedo la separación que hay entre ambos, parece que ambos tengan el mismo color.
Se trata del efecto Cornsweet: "El sistema visual toma el gris oscuro y el blanco de los bordes y lo extiende a través de los cuadrados", se explica en Science Blogs.
La siguiente imagen, construida por el psicólogo Akiyoshi Kitaoka, afecta la visión periférica en las personas. Si se presta atención en uno de los círculos, el ojo nos revela que en realidad se encuentra en movimiento.
Esta ilusión se genera gracias a los colores y sombras, ya que los patrones de colores imitan el tipo de información que recibimos cuando vemos un objeto en movimiento.
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