Una de cada cinco estrellas parecidas al Sol en la Vía Láctea, que cuenta con unos 55.000 millones de estrellas, tienen en su órbita un planeta cuyo
tamaño es similar al de la Tierra y que se encuentra dentro de la zona habitable. El más cercano de estos lugares donde podría haber agua y hasta vida está a 12 años luz.
Sin embargo, hoy no podemos dar un vistazo a este ni otros planetas que podrían tener vida extraterrestre. Es que la información respecto a estos lugares similares a la Tierra fueron recabados por el telescopio espacial Kepler, que
en agosto dejó de funcionar. La buena noticia es que estamos a solo unos años de realizar un descubrimiento que cambie para siempre la historia de la humanidad, publicó la revista
New Scientist.
El sucesor de Kepler, llamado Transiting Exoplanet Survey Satellite o TESS para abreviar, será
lanzado por la NASA en 2017. Su objetivo será "identificar planetas terrestres en zonas habitables de estrellas cercanas", informó la agencia espacial en abril. La expectativa es que encuentre cientos de estos planetas hermanos.
Por ahora las numerosas misiones espaciales no han podido confirmar que exista vida extraterrestre, ni siquiera que
alguna vez hubo en un planeta tan cercano como Marte. Sin embargo, los científicos creen que para 2030 la humanidad tendrá la tecnología suficiente como para encontrar una respuesta sobre la presencia de alienígenas viviendo a algunos años luz.