Guardián, Terra Maxa y Termita trabajan para controlar y apagar incendios en Estados Unidos. Con su poderoso brazo para mover escombros, su barredora para despejar el camino y su manguera multidireccional respectivamente, estos bomberos son algo fuera de lo común. Sí, son robots.
La firma estadounidense
Howe y Howe Technologies comenzó a venderlos al público y al gobierno hace dos semanas, informa el blog
Danger Room, de la revista Wired. El fin es minimizar la exposición de los bomberos de carne y hueso, y evitar que deban acercarse a fuegos demasiado peligrosos, como son aquellos que involucran explosiones de combustible, deshechos químicos y restos nucleares.
Uno de los hermanos Howe que integran la compañía, Mike, dijo a Danger Room que Estados Unidos ya tiene antecedentes de robots utilizados en ocupaciones peligrosas. No obstante, no había casos en el campo de la extinción de incendios hasta el momento, lo que le parece “algo sorprendente”, señaló el ejecutivo.
Howe añadió que, si bien todavía no ha sido explotado, cree que el sector comenzará a fluir en un par de años.
Máquinas versus humanos
La pregunta que suele surgir en estos casos es siempre la misma: ¿vienen estos robots a sustituir a los seres humanos en esa tarea? Si es así, ¿deberían?
Para Howe, sus creaciones no son más que “otra herramienta en el cinturón del bombero”, ya que el profesional seguirá siendo necesario para manejar la máquina.
De hecho, la tarea del robot será despejar y volver más seguro el escenario, antes de que pueda actuar el profesional humano.
El desarrollo llevó unos tres meses y empleó cerca de US$ 30.000. A su vez, mientras un camión de bomberos cuesta alrededor de US$ 800.000, según Danger Room, comprar un equipo conformado por Guardián, Terra Maxa, Termita y Bulldog (el camión que traslada a esas máquinas), costaría la mitad.