Kimble, Kim Tim Jim Vestor y, por ahora, Kim Dotcom, es como eligió que lo llamaran Kim Schmitz, también conocido como “el fundador de Megaupload”. Pero el alemán de 39 años (que también cuenta con nacionalidad finlandesa) forjó su reputación años antes de que el sitio de almacenamiento en la web viviera su auge y descenso. Desde la década de 1990, Dotcom acapara la atención de los medios por combinar ser empresario y hacker, una ocupación que le ha valido una fortuna considerable a partir de negocios en absoluto transparentes. Fue condenado a prisión más de una vez (y se libró de cumplir condena la misma cantidad de veces) por vender tarjetas de teléfono robadas, malversación y abuso de información.
Dotcom, que se presenta a sí mismo como defensor de los derechos de libertad en internet y enemigo del gobierno de Estados Unidos por su política de
copyrights, amasó millones de dólares gracias a la especulación antes de fundar Megaupload, una compañía que le permitió sentar las bases del “Kimperio”: cuando el gobierno estadounidense lo cerró, Megaupload había ingresado US$ 175 millones. La Justicia cerró el portal y confiscó sus bienes y, acusado de crimen organizado, el excéntrico alemán fue detenido por la Policía de Nueva Zelanda. Esto no le impidió vovler al juego con la
fundación de Mega. El nuevo sitio de intercambio de archivos da más espacio de almacenamiento que su competencia y tiene la publicidad a su favor. En tanto, Dotcom espera que la Justicia se pronuncie respecto a los supuestos delitos, que lo han convertido, además de en un pirata moderno, en un héroe de culto.