Según informó el astrónomo Gonzalo Tancredi es probable que la piedra, de 712 gramos, fuera parte de una todavía más grande que cayó en la zona. La parte negra del meteorito es una costra de fusión, que se formó al incendiarse en su ingreso a la atmósfera.
Se estima que la roca impactó contra la casa a una velocidad de 250 kilómetros por hora. Como consecuencia, se rompió el techo de la vivienda y el televisor.
Si bien los meteoritos pueden tener gran magnetismo, este no es el caso. Los investigadores explicaron que se trata de una brecha, un tipo de roca espacial que está conformada por otras, cuyas partes se van pegando entre sí con el paso del tiempo.
La Facultad de Ciencias estudiará la procedencia de la roca para determinar si formaba parte de un asteroide o de un planeta. Para eso también pide a los vecinos que estén atentos y que, en caso de encontrar nuevos fragmentos de meteorito, se los hagan llegar a la universidad.
En los últimos 100 años solo se conocieron 15 casos como este.